REVISTA MINERÍA 541 | EDICIÓN OCTUBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / OCTUBRE 2022 / EDICIÓN 541 95 Dicho de otro modo, la infraestructura por si sola no basta para atender necesidades sanitarias si los centros de salud no cuentan con médicos, enfermeras, técnicos, personal de apoyo logístico, chóferes de ambulancia, etc., así como contar con el presupuesto operativo correspondiente y tener procedimientos administrativos claros y efectivos. Lo mismo ocurre con los centros educativos, pues las sedes donde se imparten clases a los estudiantes -que son las que se construyen gracias al mecanismo de OxI-, no son suficientes para brindar lecciones y aprendizajes de calidad, ya que se requiere, principalmente, de profesores calificados, directores, psicólogos, etc. Esto es, el componente profesional y técnico humano que permite la prestación efectiva del servicio. Esto implica que, aun cuando es importante contar con una infraestructura moderna, completa y segura, tanto o mucho más importante es contar con la dotación de personal adecuado y los recursos o fondos necesarios para solventar la provisión de servicios de calidad. Cerrar brechas en infraestructura está muy bien, pero falta lo más relevante: el factor o componente humano (capital humano) que es capaz de utilizar la infraestructura y equipamiento en beneficio de grandes sectores de la sociedad, especialmente los más vulnerables. De modo que, para aprovechar eficazmente los recursos provenientes del canon minero, cuyo monto se incrementa cada vez que suben los precios de diversos metales, debe pensarse en otros mecanismos que permitan la participación del sector privado en el desarrollo de competencias humanas y capacidades productivas, toda vez que son las únicas que aseguran el mejoramiento de la calidad de vida y el crecimiento sostenido de la economía, siempre que sea responsable. En ese sentido, se debe pasar de un modelo de inversión/gasto orientado hacia la construcción y mantenimiento de grandes infraestructuras públicas, hacia uno dirigido a la prestación efectiva de servicios públicos por medio de la promoción del desarrollo humano y productivo, y esto se logra, esencialmente, con la contratación de personal calificado, tanto médicos como docentes de primer nivel para atender las necesidades sanitarias y educativas, para así poder cerrar brechas de manera efectiva y ofrecer las mismas oportunidades para todos. Reducir brechas socioeconómicas consiste básicamente en diseñar e implementar programas que generen igualdad en las condiciones iniciales –o de partida– para todos. Esto es, que cada persona, sin importar su condición social y/o ubicación geográfica, pueda acceder a servicios básicos de calidad, fundamentalmente en lo concerniente a la salud y educación, con el fin de que pueda desarrollar su potencial humano en base a su propio esfuerzo y dedicación. Pero para que ello suceda, el cambio que se requiere demanda algunos ajustes o reformas en los mecanismos existentes que permiten la atención de necesidades sociales –como la de infraestructura– mediante la ejecución de recursos públicos. En ese orden de ideas, lo que se plantea es que el Estado no coloque todos los huevos en una sola canasta –en lo que al destino de los recursos públicos del canon minero se refiere–, sino que diversifique la asignación de recursos entre fines posiblemente superiores o complementarios como la inversión en la generación de capital humano y la mitigación del cambio climático. Ello no implica descuidar la inversión en infraestructura, habida cuenta del gran déficit que presenta el país en dicho rubro, sino en destinar parte de los recursos públicos (Impuesto a la Renta de Tercera Categoría), en este caso los ejecutados por el sector privado, a objetivos centrales como el desarrollo humano y la necesidad de hacer frente a las consecuencias de la elevación de la temperatura en el planeta. ¿Qué se entiende por desarrollo humano? El desarrollo humano es un proceso por el que las sociedades experimentan mejoras sustantivas en las condiciones de vida de sus ciudadanos por medio del aumento de los bienes y servicios con los que se suele atender sus necesidades básicas y complementarias, y de la existencia de un ambiente en el que se respeten y protejan los derechos humanos. Al respecto, “El PNUD (1990) define el desarrollo humano como un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de las personas; estas oportunidades son diversas y pueden cambiar en el tiempo, pero las más esenciales para cualquier nivel de desarrollo son: una vida prolongada y saludable, el acceso a la educación y disponer de los recursos para disfrutar de un nivel de vida decente; otras oportunidades que valoran los individuos son las libertades políticas, económicas y sociales, el respeto de los derechos humanos, la posibilidad de ser creativo y productivo, el respeto a sí mismo, entre otras” (Rosales, 2017). Desarrollo Humano por Impuestos Se parte de la premisa de que no basta ejecutar obras de infraestructura para cerrar, eliminar o reducir brechas sociales (socioeconómicas) si se olvida o descuida el desarrollo de capacidades entre la población vulnerable para generar capital humano. El Banco Mundial (BM), define que “el capital humano comprende los conocimientos,

RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2