REVISTA MINERÍA 558 | EDICIÓN MARZO 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / MARZO 2024 / EDICIÓN 558 9 geotécnicos referenciados y en muchos casos muy conservadores. En términos geotécnicos es de interés reconocer, caracterizar y representar zonas débiles. Cabe destacar que muchas de las discontinuidades estructurales categorizadas como mayores en minería, corresponden a estas zonas. Una zona débil es un área, capa, lente o estrato en el que sus propiedades mecánicas son significativamente más bajas que las de los macizos rocosos circundantes (NBG, 2000). Ellas pueden ser fallas geológicas, capas rocosas, contactos litológicos, diques, etc., que cumplen tal condición. En geotecnia las zonas débiles se describen de manera separada del resto del macizo rocoso (Bieniawski, 1984) debido a que, por su historia geológica –generalmente compleja– pueden estar compuestas por materiales de relleno o rocas con propiedades especiales (minerales expansivos o solubles, venas de arcilla, etc.) y/o con estructuras internas altamente variables. Indiscutiblemente, la mayor parte de las zonas débiles discretas, de geometrías tabulares, corresponden a fallas geológicas. Por lo general, las fallas frágiles están formadas por una zona tabular que dependiendo del grado de deformación presentan, en general, un núcleo de mayor deformación rodeado por una zona de roca fracturada. El núcleo se compone de material deformado, que en algunos casos puede ser fino, denominado salbanda o panizo. Estos materiales son el resultado de la reducción mecánica del material rocoso por cizalle progresivo pudiendo formar una banda o múltiples bandas de este material que se anastomosan alrededor de bloques rocosos más competentes (Mitchell & Faulkner, 2009; Fashing & Vanek, 2011; Choi et al., 2016; Danielson et al., 2020). En zonas de fallas activas cerca de la superficie, el relleno, generalmente, estará relativamente suelto y granular, debido a los mecanismos de rotura predominantemente frágiles que operan a temperaturas y presiones superficiales. En fallas más antiguas, las rocas de fallas pueden estar cementadas o meteorizadas, y en fallas que han estado activas en profundidad, el relleno puede estar triturado hasta convertirse en una milonita que se ha deformado plásticamente a temperaturas y presiones muy altas (Davis et al., 2012; Fossen, 2019; Bhattacharya, 2022). Por otra parte, para la descripción de fallas en testigos se consideran atingentes los comentarios de Marjoribanks (2003):  Las fallas menores, o las microfallas, a menuFigura 5. Roca de falla no cohesiva sin bloques. Figura 6. Las 4 primeras filas: bimrock cohesiva, clástica fina, con proporción volumétrica de bloques entre 25 y 50%. Los primeros 60 cm de la fila 5: roca de falla cohesiva (cataclasita), clástica fina (acercamiento en la Figura 2). Figura 7. Bimrock no cohesiva, clástica gruesa, con proporción volumétrica de bloques entre 25 y 50%.

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