MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / SEPTIEMBRE 2024 / EDICIÓN 564 93 predicador de la verdad, que es la justa expresión de la ciencia. Algo más, llegó con él un digno ejemplo y modelo de altruismo, que sacrificara sus mejores años mozos y después su vida para el bien de la ciencia y para el buen provecho del Perú en el mundo”. Quedaba la obra incompleta. Quedaban las 74 libretas de viaje, los cuadernos y todas sus colecciones. El Ministerio de Instrucci6n entregó a la Sociedad Geográfica todos los planos y notas del archivo de su socio activo. Vale recordar que se fundó la Sociedad Geográfica en Lima por Decreto Supremo del 22 de febrero de 1888 y que tenía por objeto: "hacer estudios geográficos, en particular, referentes al Perú y países limítrofes, y coleccionar libros, folletos, cartas geográficas, planos y escritos concernientes a los fines de la institución poniéndose en comunicación con sociedades análogas extranjeras para obtener sus publicaciones y canjearlas con las nacionales", Don Antonio Raimondi había sido nombrado socio activo de la sociedad junto con el ingeniero don Eduardo de Habich, el ingeniero don Ernesto Malinowski, don Pedro Paz Soldán y Unanue, el ingeniero don Arturo Middendorf, etc., y otras 46 personas. En aquellos años, su salud había empeorado y no podía tener el papel activo como quería. No obstante, queda como testimonio su carta de agradecimiento al ministro de Estado (Despacho de Relaciones Exteriores) donde "agradece en suma agrado esta nueva prueba de distinción con que [le] favorece S.E. el Presidente; solo sient[e] infinitamente que [su] salud, desde dos años muy achacosa, no [le] deja un día seguro para salir de [su] casa y de consiguiente no permite asistir a las sesiones. Sin embargo, si la ilustre Sociedad Geográfica, recientemente creada, necesita de datos que [él] pueda proporcionar, seria para [él] muy honroso contribuir de algún modo al progreso de tan importante asociación. Dios guarde a Ud.". (28.02.1888). Es así que por decisión de la Sociedad, se nombró una comisión presidida por el señor Pacheco Zegarra e integrada por los señores Malinowski, Chiarella, Ulloa, García Merino y Villarreal para hacer el balance de todos los trabajos manuscritos de Raimondi, sin mayor Estela de Raimondi.
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