REVISTA MINERÍA 569 | EDICIÓN FEBRERO 2025

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero EDICIÓN 569 / FEBRERO 2025 62 -Tu generosidad y nobleza me obligan a revelarte un secreto que te hará el hombre más rico del Perú. Manda ensillar tu caballo, y ven conmigo a Guancavilca. Dice el cronista Montesinos que don Amador de Cabrera, tomando entonces los dos cabos o extremos de una cinta, le contestó al viejo: -No tengo hermano, y tú, cacique, lo serás mío. Seremos tan iguales como los dos cabos de esta cinta. Veinticuatro horas después don Amador de Cabrera era dueño de la famosa mina de azogue de Huancavelica, y realmente el hombre más rico del Perú, pues sólo la mina le daba, libre de menudencias, una renta de 250 pesos diarios. Aquí habría puesto punto final a la tradición, pero un amigo cree que debo completarla con apuntes biográficos que sobre el acaudalado minero Jiménez de la Espada y Mendiburu proporcionan. Haré, pues, una rapidísima biografía, y el que más extensa la quiera búsquela en otras fuentes. Amador de Cabrera, natural de Cuenca, en España, emparentado con los marqueses de Moya y condes de Chinchón, vino al Perú en 1555 en busca de la madre gallega (fortuna) en la comitiva del virrey marqués de Cañete. Su excelencia no halló otra manera de protegerlo que casándolo con la hija del conquistador Hernando de Villalobos, heredera del rico repartimiento de Angaraes. Poseedor de la Todos Santos, Descubridora o Santa Bárbara, que por estos tres nombres es conocida la mina de cinabrio, rival de las de Almadén, convino en 1572 en cederla a la corona por la suma de doscientos cincuenta mil ducados. Firmada ya la escritura de cesión, arrepintiose Cabrera, alegando lesión enormísima, pues según dictamen de peritos, la mina era de balde por un millón. Más que el pleito, la ambición de poseer un título de Castilla espoleó a don Amador de Cabrera, que era sobradamente rico, para emprender viaje a España; y cuando ya casi tenía conseguido el título, no sé si de conde o marqués, sorprendiolo la ñata en 1576. La mina quedó incorporada a la real corona, sin que por eso dejara de ser semillero de litigios con sobrinos y deudos del hidalgo conquense”. Hasta aquí lo narrado por don Ricardo y que sin duda nos aviva el recuerdo de los inicios de esta mina azoguera que alguna vez compitió con la española del Almadén. La Villa Virreinal de Santa Bárbara que se levantó en torno a esta famosa mina, des5. Mina de Huancavelica. Ilustración de Guamán Poma de Ayala, 1615.

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