MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero EDICIÓN 578 / NOVIEMBRE 2025 94 En la parte superior, cenizas con fragmentos óseos calcinados, así como puntas en forma de hojas de sauce, raspadores y herramientas de huesos. Los grupos humanos establecidos en Lauricocha sabían trabajar las rocas duras por medio de la percusión o golpes, logrando obtener diversas formas en sus herramientas, que serían luego utilizadas en sus cacerías o como objetos domésticos. La alimentación de estos humanos estaría basada en carne de camélidos, en especial de la llama, de algunos cérvidos, cuyes y vizcachas, al parecer en forma cruda. Las sepulturas descubiertas contenían once esqueletos, siete niños y cuatro adultos, estaban en diferentes posiciones. Los estudios determinaron que los adultos tenían una estatura promedio de 1.62 m cabeza alargada, ancha y deformada, exhiben rasgos mongoloides. Al parecer, tres de los niños fueron enterrados con alguna ceremonia mágico-religiosa, el primero en posición fetal y recubierto con tierra de color rojo, el segundo, tenía una cuenta de collar de un mineral verdoso, ambos poseían un par de piedras y restos de alimentos, tal vez como ofrendas, el tercero con cierta cantidad de fierro granulado. Las pinturas rupestres también estuvieron presentes en estos grupos humanos. El ser humano desde tiempos inmemoriales pretendió expresar sus pensamientos, especialmente con figuras antropomorfas, zoomorfas, geométricas, astronómicas y otras, estampándolos en diversos abrigos, cuevas y cavernas, como en Lauricocha. Es probable que esta aptitud de aplicar pigmentos sobre una determinada superficie, en la mayoría de los casos grabando sus pensamientos en forma esquematizada y simbólica, la realizarían probablemente durante su estancia, en forma ocasional o permanente. Entre otros colores, utilizaron el rojo, obtenido del óxido de hierro o almagre, que está formado principalmente de hematita, un mineral que le da el color rojo característico. A través del tiempo, ha tenido diversas denominaciones, como ocre rojo, hematita roja, huincho en quechua, tacu en aimara, así como bolo arménico, entre otros. «...tacu llaman los indios del Perú, en lengua aimará, a la tierra que propiamente es Bolo Arménico...en tres diferencias: la primera, es una tierra colorada, como sangre, de que usan los pintores, y principalmente, los doradores; la segunda es de color de hígado; y la tercera y más común y usada de los indios, para curar algunas enfermedades es amarillo...» (Bernabé Cobo, pág. 116). Además de la hematita, en su composición intervienen las arcillas o silicatos de aluminio y también el cuarzo. El almagre puede hallarse en forma natural en la corteza terrestre. Las rocas de origen magmático, así como metamórfico, formadas en condiciones de temperatura y de Lauricocha: pinturas rupestre y cueva.
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