REVISTA MINERÍA 559 | EDICIÓN ABRIL 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / ABRIL 2024 / EDICIÓN 559 66 que solo contaban con la precaria tecnología de fundir el mineral en “Hornos de Pachamanca” aunque tiempos después lograrían fundirlo en Guairas, actividad que definitivamente tampoco era una maravilla de lucro. Esta condición primigenia de tecnología de fundición duraría muy poco porque era ineludible multiplicar la producción por los apremios de la Corona española. Sin duda con la ayuda de su buena suerte, el sevillano Bartolomé de Medina en 1560 abre camino con su nuevo método de “Purificación de la plata por amalgamación” innovación que permitía, y permite, extraer mayor porcentaje de plata del mineral, en menor tiempo y a menor costo. Por tanto, la amalgamación hizo rentable la explotación de pozos y vetas, antes impracticable, tanto que el rey Fernando VI sabedor que con esta nueva destreza y, con el fin de recargar sus precarias arcas, “manda y ordena” a sus virreyes que exploren y exploten “minas que tuviesen asogue” (sic). Así fue como por orden Real, Huancavelica entra a escena con cinabrio como materia base para extraer azogue y habría de convertirse en la leyenda que revisamos en el Apunte de junio de 2016. El virrey Toledo, de conformidad con sus ordenanzas de 1559, procede a incorporar a las minas de Huancavelica al dominio de la Corona. Mas como para la administración colonial tal negocio aun no resultaba rentable, el virrey opta por la fórmula de celebrar Asientos con los chapetones que explotaban precariamente esas minas —DRAE, Asiento: tratado o ajuste de partes—, quienes se agruparon en una especie de lo que hoy llamamos Corporación y cuyos codueños ofrecían el mercurio destilado a un precio conveniente para la Corona tras deducir el Quinto Real. Sin embargo, los tales Asientos también implicaban para los dueños de las minas, facilidades laborales porque la Corona asumía el compromiso de proveer en número conveniente mano de obra reclutada coactivamente entre los naturales según la zona de explotación, además de paso adelantaban a los corporativos sumas de dinero en montos eficaces para emprender el laboreo y búsqueda de “nuevos pozos de oro y plata”. Los yacimientos de Santa Bárbara El proceso de amalgamación era conocido desde la época de los romanos, así que la Corona española hizo todo lo indispensable para alentar la búsqueda y explotación de yacimientos de mercurio en sus colonias. En la década de 1560, con el incremento del costo y declive de la producción de los minerales de plata de alta ley, se inicia la búsqueda de yacimientos de azogue en el área andina. En un principio se descubrieron algunos yacimientos de menor cuantía en Cuenca y Huamanga. Pero don Amador de Cabrera en 1563 localiza la mina descubridora del cerro de Huancavelica con la imprescindible ayuda de los indios de su encomienda, hecho atribuido por los naturales a su santa patrona, Santa Bárbara. Esta mina inicialmente fue bautizada como mina de “Todos los Santos”, pero a partir del siglo XVIII será conocida como mina de Santa Bárbara. 2. Esquema de un horno de Jabeca.

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