PRUEBA PARA SABE

Ernesto Baertl 116 117 Prueba para sabe comenzaba en el trapiche, donde estaban las grandes masas que giran una endirección contraria a la otra. Entre las dosmasas cae la caña, se le estruja, extrae el jugo y, en forma independiente, se separaba del bagazo que servía como combustible para los calderos. El jugo pasaba luego a la planta de elaboración y se le depositaba en los vacumpanes, unos tanques grandes que recibían presión de vapor y calentaban el líquido para que se fuese evaporando y concentrando. En ese primer paso se formaba una especie de jarabe que pasaba a otros vacumpanes, nombre que provenía del inglés para designar estos grandes tanques al vacío. Al producirse el azúcar al vacío, el punto de ebullición del jugo baja. En el interior del vacumpán el jugo hervía a menos de cien grados y se producía un jarabe cristalino que se pasaba a tanques más pequeños. Al jarabe se le aumentaba la concentración hasta que se producía la cristalizacióndel azúcar. Entonces, se vaciaba la carga de cristal ymiel y se pasaba a lasmáquinas centrifugadoras. Allí se separaba el cristal, que era el azúcarmarca té -o azúcar rubia- que enesa época era laúnica que se producía en el Perú. Ignoro la causa, pero el azúcar rubia se exportaba aChile, donde la trataban, y volvía al Perú como azúcar refinada. Por su lado, la miel residual pasaba a fermentarse y a destilarse para producir el alcohol de caña que, debidamente rectificado, se convertiría en el famoso ron. Es un proceso relativamente simple peromuy interesante. Enel tiempoque estuve enTumánmehice amigode las personas que trabajaban conmigo. Aparte del señor Solano, que duró poco tiempo en el cargo, trabajaba allí con el señor Villalobos, jefe del Laboratorio, con JuanitoGianotti, jefe del almacéndemateriales, con JuanitoPolack Angosto, que era el cajero, Joaquín Vargas y Armando Filomeno, ingenieros agrónomos. El plantel nacional se complementaba con el gringo Miller, un ingeniero inglés que se desempeñaba como jefe de mecánica. Él era el encargado del mantenimiento y la reparación de las máquinas, por eso mis tareas tenían una relación directa con él. Los demás trabajaban fuera del ingenio. Lo triste fue que unamañana, mientras se afeitaba, el gringoMiller falleció. Se dijo entonces que, como buen inglés, el finde la guerra y la victoria aliada lo habían emocionado tanto que le produjeron un ataque al corazón. Cuando recién llegue a Tumán me alojé en el hotel de los solteros, pero poco después me asignaron una casa junto a la de Miller. Para viajar a Lima por tierra había que salir de la hacienda la noche anterior y así poder tomar el ómnibus que partía de Chiclayo a las seis de la mañana y llegaba a Lima a las nueve de la noche. Era todo un día de viaje. En febrero del año 1945, el administrador de Tumán, el Señor Dornellas Pardo,me preguntó si quería ir a Lima en avión. Por supuesto que prefería el avión. En esa época los viajes aéreos eran cosa rara. Así que me pagaron el pasaje de Chiclayo a Lima, en Panagra, haciendo escala en Chiclayo. El viaje causó una gran conmoción en el pequeño mundo de los empleados de Tumán, pues hasta ese momento a nadie le habían ofrecido tal cosa.

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