PRUEBA PARA SABE

Ernesto Baertl 130 El 22 de mayo de 1948 me casé con Gladis Jourde. Ami regreso del norte había vuelto a la casa de mis padres que, para ese entonces, ya estaban instalados en Sáenz Peña 251, en Barranco. Cuando me casé nosmudamos aMarianoOdicio, junto a laBoticaMarte, enMiraflores. Allí armamos una casita con todas las comodidades de la época. Fue un poco después de la boda y de la instalación en esa nueva casa, cuando mi padreme dijo: “Ya basta de industria. Ahora dedícate a laminería”. Así fue como llegué a Castrovirreyna, el primer destino en mi carrera minera. Atrás quedaron los cinco años dedicados a la Compañía Manufacturera de Vidrio. Viéndolos en retrospectiva resultaron ser cincoañosmuy fructíferos bajo todopuntode vista. Fueuna experiencia formidable que me retó y obligó a responder. Profesionalmente había crecido y estaba listo para asumir otras responsabilidades. “Duplicar la producción nacional en la próxima década…también requiere de todos los peruanos una renovada actitud de respeto mutuo, de respeto a la autoridad, de disciplina, de laboriosidad y austeridad para garantizar una paz social y el fortalecimiento de nuestras instituciones civiles”. Discurso como empresario de año de IPAE (1980) La famosa máquina Lynch, un prodigio para la época, y, aba jo, otro ambiente de la Compañía Manufacturera de Vidrio.

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