Ernesto Baertl 142 143 Prueba para sabe en inservibles. El tercer ‘enemigo’ era la palabra “Provisional”. Por ejemplo, unohabría un tablero de conexiones eléctricas y se encontraba con un espectáculo desolador: conexiones precarias, alambres sueltos, empates y amarres dudosos. “¿Y esto?”, preguntaba al encargado. La respuesta siempre era lamisma: “Es provisional”. Ya se sabe el resultado, lo provisional terminaba siendo permanente. Intentaba estar detrás de todos los detalles peromi trabajo principal consistía en mantener los costos bajos, hacer eficientes los procesos y, sobre todo, encontrarmás reservas demineral. Apesar de no haberme especializadoenminería terminéhaciendoese trabajo.Aquíme acuerdo de don Axel Nycander, que a los 19 años llegó a Cerro de Pasco sin haber concluido la media y terminó siendo el primer peruano jefe de la mina de Cerro de Pasco. Un hombre muy recto, algo que le venía de sus ancestros suecos y arequipeños, una mezcla por demás explosiva. Todas las mañanas yo llegaba a Caudalosa, me ponía el overol, las botas, el casco y adentro a la mina. En la tarde estaba en la oficina con los ingenieros, revisando los planos, planeando los trabajos futuros. El tema diario de conversación con ellos era el planeamiento de lo que había que hacer en el socavón, en la planta concentradora y en las demás secciones de la mina. Hacía lo que siempre hizo mi padre que, paulatinamente, por esa época dejó de ir a lamina. Creo que su última vez fue en 1952 o 53. Era unhombre de una salud de hierro, nunca tuvo problemas con la altura y jamás lo operaron de nada. Me gusta el trabajo, siempre me he identificado con él y me gusta hacerlobien, perocreoquepocasveceshedisfrutado tantocomodurante los años que pasé en Castrovirreyna totalmente sumergido en la vida de una mina. Por si no lo supe antes, después de esa experiencia para mí quedó totalmente claro que mi vocación definitiva era la minería.
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