Ernesto Baertl 168 169 Prueba para sabe dependencia del Ministerio de Fomento que, en su local, a la mano derecha, al fondo, tenía una pequeña oficina con algunos escritorios. Allí se ocupabande todo. Uncompañerode laUniversidad, donAndrés Bravo Bresani, más conocido como “Cachalote”, estuvo allí como Director de Minería. Mi padre trabajó a lo largo de su vida con muchas personas pero el núcleo de sus amigos con los que formó una sólida asociación fue el integrado por Aquiles Venegas, Axel Nycander y Luis Cáceres. A ellos yo los conocíamucho desde chico, cuando vivíamos enCerro de Pasco ymi padre y sus amigos trabajabanpara donEulogioFernandini opara la Cerro de Pasco Corporation. Ya adulto comencé a participar en los proyectos promovidos pormi padre y tuve la oportunidad de tratar más de cerca a sus viejos amigos. Esas reunionesme permitieron conocermuchono solodeminería sino también de las personas. Aunque el grupo se veía prácticamente todos los días, se juntaban oficialmente en las reuniones de directorio. Mi padre trabajaba con los Ayulo y los Pardo en Volcan y Castrovirreyna, en las oficinas del Banco Internacional de la Plaza de La Merced y, al mediodía, iba a la oficina de Milpo en la avenida Tacna. Allí se reunía con Venegas, Cáceres y Nycander, que trabajaban en el piso 12 y 14 del edificio Málaga Santolaya. Eran amigos y eran profesionales, porque dentro de ese espíritu de amistad y mutua confianza analizaban los problemas de la organización en una forma realmente extraordinaria. Unos a otros se ayudabanpues cuando existe confianza todo es posible. Era una amistad que teníamuchos años de prueba, ya que antes habían vivido treinta años en las minas. Yo trataba de aprender y observaba todo. Por ejemplo, la relación demi padre con donAxel Nycander amí me resultaba graciosa. Siempre se trataban de usted: “Oiga, Nycander”, “Oiga, Baertl”…a pesar de lamucha confianza que existía entre ambos. Eran también los modales de la época. Pero en grupo todos se conocían por sus apodos. “Patalarga” le decían a Nycander, “El Chuncho” era Cáceres, mi padre “El Gringo” y Venegas “El Cholo”. Se hacían toda clase de comentarios con total libertad, pero donAquiles Venegas era un bromista incorregible, él era quien ponía el humor en ese grupo de serios trabajadores. En cambio, don Axel era una mezcla curiosa de sueco y arequipeño, un hombre ejemplar que a los 19 años se fue a trabajar a la Cerro de Pasco y llegó a ser el primer peruano jefe de lamina. En esa época vivía por allá una familia Nalbarte y la señorita Raquel Nalbarte se casó finalmente con don Axel. Entonces Aquiles Venegas trabajaba en la parte agrícola de la organización Fernandini y siempre andaba con la broma de que “el 'Patalarga' estaba haciendo unos túneles medio raros porque quería sacar una chimenea en el patio de la familia Nalbarte”. Nycander era más bien tímido y Venegas fue quien le hizo todo el pastel para arreglar el matrimonio. Un día estaban en una reunión discutiendo algún asunto y Venegas comenzó a decir que “a mí me gustaría”, que “yo creo que esto debería ser así…”, hasta que Nycander
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2