PRUEBA PARA SABE

Ernesto Baertl 184 185 Prueba para sabe que se dice un ‘devoto de la virgen del puño’. A diferencia del resto del directorio, él no veía el desarrollo en el largo plazo, por eso tuvimos la necesidadde tomar decisiones sobre el crecimientode lamina cuando él salíade viaje ybajo el lema ‘MilpoCrece’, inventando además un sistema por etapas. La primera etapa consistía en introducir los nuevos sistemas de explotaciónpara lograr el aumentode laproducción.Dejamos atrás el carritominero sobre rieles y lo reemplazamos con camiones volquetes. Eso implicaba manejar equipos mucho más grandes y pesados para poder trabajar mayores volúmenes. Todo tenía que estar de acuerdo a una nueva escala. Las perforadorasmecánicas, por ejemplo, iban sobre un camioncito cuando antes había que llevarlas al hombro y armarlas en el sitio a la manera de un trabajomanual. También los accesos para el nuevo equipo tuvieron que prepararse. Para bajar o subir de nivel había que hacer, como en los edificios de estacionamientos, todo un camino en forma de espiral y, dentro de esa espiral, construir túneles intermedios para dar acceso a las zonas de trabajo. La segunda etapa significó la construcciónde la planta de chancado. Si le decíamos a Don Luis Picasso que íbamos a hacer todo a la vez nos hubiera consideradounos derrochadores y se hubiera opuesto en el acto. Sin embargo, si extraíamos más mineral era claro que necesitaríamos aumentar nuestra capacidad de chancado. Así construimos una planta moderna, con sistemas de control de polvos. Una de las eficiencias que se consiguen en el tratamiento de los minerales es lograr que a los molinos ingresen materiales que ya estén suficientemente reducidos. Hasta entonces trabajábamos con unas chancadoras primarias, de dos muelas, que dejaban trozos muy grandes que luego iban a los molinos; pero en la nueva planta, de esas chancadoras primarias pasamos a las secundarias, que eran unas chancadoras giratorias y, luego, a unas chancadoras terciarias. Así se reducía el mineral a un tamaño mucho más pequeño y lográbamos hacer ingresar a los molinos un material ya bien triturado y que permitía aumentar el tonelaje. Para la molienda, que era nuestra ‘tercera etapa’, ya se había comenzado a utilizar molinos más grandes y muy bien diseñados, diferentes a los de antaño; pero sucedía que Milpo y, en general las compañías que crecieron con el código de minería, nació con una producción relativamente reducida que entonces parecía muy grande y, conforme ibas encontrando mineral y la compañía aumentando su expectativa de crecimiento, añadías más molinos aunque todavía todos del mismo tamaño. Por eso, cuando dimos el paso de la nueva concentradora trajimos dos grandes molinos. Ese día de 1975 fue un gran acontecimiento. Pasamos demoler 200 a 2,200 toneladas por día. Todos estos cambios en la mina, la planta chancadora y la planta concentradora los hicimos con una firma de Vancouver, Canadá, la Wright Engineer, de los hermanos Len y Harold, quienes habían desarrollado una empresa de ingeniería muy reconocida. Con ellos llegamos a un acuerdo para hacer todos los planes de crecimiento. Ese fue un paso básico, aunque en esa época se vivía en el país un ambiente en el que no te permitían hacer mucho. Ni siquiera se podía

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