Ernesto Baertl 194 195 Prueba para sabe encontraban lasminas de Santo Toribio y otras explotacionesmineras antiguas, paralizadas por diversas razones, en la zona de Corongo. Patara fue otro proyecto que estuvimos desarrollando con ellos en la zona de Huallanca. En la etapa de exploración dormíamos en una carpita. Íbamos a caballo de Huaylas a la zona de Patara y de allí bajábamos a Macate, el único pueblo que he conocido adonde no llegaban los autos. Como en el viejo oeste llegabas montado hasta la puerta del hotel y se llevaban tu caballo para alojarlo en las caballerizas del establecimiento. Otra cosa imposible de olvidar de ese hotel era la tarifa por noche: 10 soles con dos sábanas y 7 soles con una sábana. Era muy interesante esa zona de Patara, pero los trabajos no dieron resultado y nunca se llegó a explotar. Sayapullo es un yacimiento que está en la sierra de Trujillo y su directorio estaba conformado por sendos señores limeños. Yendo por el valle de la haciendaCasagrande se sube hacia la sierra y,más omenos a unos dos mil metros de altitud, hay un pueblito con ese nombre que, en español, significa manto de neblina. Mi padre había sido invitado a integrar el directorio como Presidente y llevó a mi primo Carlos Montori para que se encargase de la gerencia. Los dos le dieron un nuevo impulso a la compañía y cuandomi padre fallecióme invitaron a reemplazarlo en el directorio. Para esa época también había fallecido don Juan Arróspide y se compuso una nueva junta de accionistas. Alberto Ramírez era el Presidente. Él había sido compañero mío en la Escuela de Ingenieros, también gerente de Río Pallanga, y tenía una participación muy activa en minería. Con él y con Carlos Montori tratamos de darle una nueva vida a Sayapullo, pero nunca llegó a ser una empresa floreciente. La compañía Minera Atacocha, cuyo directorio integré por cortos años, se fundó un poco antes que Milpo. Don Edgardo Portaro era el gerente y el directorio estaba formadopormiembros de la familiaGallo. Hay una historia muy curiosa sobre cómo se descubrió esta rica mina. En la ciudaddeCerrode Pasco existía la famosaCasaGalloHermanos, una casa comercial que también funcionaba como banco. Me parece que había sidogestadapor donAnicetoGalloque, pensandoque se iba a morir decidió regresar a su tierra, España, llevando su ataúd en el barco. Por supuesto no se murió, pero de esa visita a España regresaron los sobrinos de donAniceto, entre ellos donFranciscoGallo que, andando el tiempo, sería una personalidad importante enCerro de Pasco. En su juventud, sus padres lohabíanmandado a Londres para que aprendiera inglés y, estando allá, se había hecho amigo de un chileno que cada vez que se pasaba de tragos gritaba: “Viva Chile, mi hermosa patria”. De tanto andar con el chileno, a don Paco Gallo se le había pegado la tonada. El hecho es que una noche en el Club de la Unión, que estaba frente de la Casa Gallo, don Paco, que seguramente tenía unos tragos demás, comenzó a gritar “¡Viva Chile. mi hermosa patria!”, sin tener en cuenta que en Cerro de Pasco todavía existía un vivo recuerdo de la guerra del Pacífico. Por supuesto se armó un laberinto, sus amigos lo tuvieron que sacar por la parte de atrás del club. El asunto es que al día siguiente había una multitud pidiendo la cabeza de “el chileno”. Para protegerlo de cualquier eventualidad, los amigos se llevaron a Paco
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