PRUEBA PARA SABE

Ernesto Baertl 198 199 Prueba para sabe Pasado el tiempo, mi participación en directorios no se limitó únicamente a empresasmineras. Una de las empresasmás importantes en las que tuve asiento en el directorio fue Inresa, fundada hacemás de sesenta años por el grupo de don Carlos Ferreyros, y que inicialmete proporcionaba al mercado nacional todo tipo de productos de fierro enlozado, incluyendo bacinicas, ollas y lavatorios. Antes de la aparición del plástico estas piezas eran de uso muy común. Con los años su producción se fue ampliando hasta fabricar artículos de línea blanca como cocinas eléctricas o a gas, refrigeradoras y tapas coronas. Posteriormente se abrió Indenor, Industrias del Norte, para hacer latas de conserva útiles para la industria del pescado y que se producían en una fábrica de Chimbote. La casa comercial Ferreyros Hermanos pertenecía a los hermanos Carlos y Enrique, pero Carlos era el verdadero baluarte. Se trataba de un personaje excepcional, un empresario de primera clase con una gran bonhomía personal. Conmigo siempre mostró un gran cariño, seguramente por conversaciones que había tenido con Gonzalo Raffo. Quizá fue por esoqueme invitó a integrarme al directoriode Inresa. Yo no lo conocía. Gonzalo Raffo era el gerente y había entrado a trabajar con Ferreyros después de haber estado unos pocos años en Goodyear. Con los Ferreyros, Gonzalo inició sus labores en una fábrica de aceite de pepitas de algodón en Huacho. Estuvo varios años en ese rubro y de allí se lo llevó Don Carlos a Inresa, una gran fábrica ubicada en la avenida Argentina. Yo ingresé comomiembrodel directorio ymás tardeme nombraron vicepresidente. Llegó un momento en que a don Carlos le aquejó la salud, tenía unas fiebrecillas permanentes que a veces lo hacían sentir muymal.Undíame visitó enmi casa. “Ernesto–medijo–, quierohablar con usted. Yo ya me voy y quiero que usted se quede de Presidente”. Me sentí impresionado. El hombre sentía que ya no iba a estar y en ese trance me hacía esa sorpresiva propuesta. Unos meses más tarde falleció y, efectivamente, asumí la Presidencia de Inresa y de Indenor. Cuando se nacionalizó la Cerro de Pasco Copper Corporation, en la época del gobierno militar, ésta tenía varias empresas industriales. Una de ellas era Indeco, pero también tenía participación en la fábrica de explosivos EXSA y en una fundición, MEPSA. Luego de la nacionalización, estas empresas se pusieron en venta yMilpo compró la participación en EXSA y en Indeco. De esta última el 90 por ciento de las acciones eran propiedad deMilpo y el 10 restante había quedado en poder de las familias de los dos fundadores, Cánepa yTabini, ingenieros que crearon la fábrica en 1952. Desde el principio fue una industria de cables de cobre que utilizaban como insumo el cobre electrolítico que se producía en La Oroya. Por eso entró la Cerro, para darle un valor agregado a su poducción de cobre electrolítico. Años después, en la década de los noventa, se presentóMadeco, del grupo chileno Lucsik, para ofrecer la compra del 50 por ciento de las acciones y, pasado un tiempo, compraron el otro 50 por ciento; así que

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