Ernesto Baertl 236 237 Prueba para sabe moneda depositada en ella. Algunos de mis nietos todavía las tienen. Esa fue una primera seña, pero cuando cumplí los 75 años, en 1987, yo pensé que ya estaba cerca de morir, pues mi padre había fallecido a los 78. Ya es hora de empezar a repartir, me dije. Así que le hice un regalo a cada uno de mis nietos. Venía en la forma de un mensaje en el que razonaba sobre el concepto del ahorro. Para lametáfora era como tener unas semillitas que había que sembrar, regar y cultivar cuidadosamente para que después dieran sus frutos y nos permitieran vivir de ellos. La plantita no dejaría de producir nunca, lo que les permitiría disfrutar de muchos momentos felices. Pero lejos estaba de morirme. Diez años después, al cumplir 85 años, volví a hacer otra cartita para cada uno y, hace poquito, Pilar les regaló acciones de algunas empresas que todavía tenemos, siempre recordándoles la importancia del ahorro. Con las últimas acciones adjuntamos un artículo de periódico sobre cómo hacer para transferir acciones a los hijos. En las dos primeras oportunidades les hice elmismo regalo a once ahijados. Al paso de los años los resultados son distintos, algunos de esos ahorros han crecido bonito, la mayoría los tienen, y otros pocos sí se los han gastado. En un contexto de galopante consumismo, el del ahorro es un mensaje positivo que, estoy seguro, ha calado en la mayoría de mis nietos. Ellos son Fiorella Debernardi Baertl, Vanessa Debernardi Baertl, Andrea Baertl Helguero, Daniela Baertl Helguero, Lucía Baertl Helguero, Mariana Baertl Helguero, Jorge Baertl Belaunde, Cynthia Baertl Belaunde, Flor de María Baertl Sambuceti, José Luis Baertl Sambuceti, Ernesto Baertl Nixon y Sebastián Baertl Nixon. Mis dos bisnietas, ambas hijas de Flor de María, son Florcita Lecaros Baertl y Emilia Lecaros Baertl. Todos ellos son un enorme orgullo para mí.
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