REVISTA MINERÍA 533 | EDICIÓN FEBRERO

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / FEBRERO 2022 / EDICIÓN 533 65 Así es como amaneció la gran aventura de la evocada empresa americana. Al llegar los gringos —a la vista del impenitente viajero que nos acompañó en este periplo— “Encuentran un pueblo cuya historia ya tenía más de dos siglos de ‘desarrollo’, y sin embargo la modernidad era la gran ausente. Sus habitantes se esparcían a la vera del cerro de San Esteban de la Yauricocha –hoy Cerro de Pasco– sobre un terreno que sube por su ladera y baja luego a la hondonada para volver a trepar el escarpado desnivel, conformando un agrupamiento de estancias compuesto de casitas con sencillos techos de paja apretujadas y hacinadas contra suelos losados con grandes piedras resbaladizas por la lluvia o por la escarcha. Sus callejuelas angostas se retuercen o se quiebran súbitamente en ángulo recto”2. Pero eso no era todo, el Cerro hacía siglos se codeaba con extranjeros, en su gran mayoría de linaje latino principalmente españoles mas también franceses, italianos y aún belgas valones, pero anglosajones, poquísimos, verbigracia los ejecutivos del Banco de Londres. Con estos talantes la Cerro de Pasco Mining comienza a operar en la minería del centro del Perú. De Tinyahuarco a La Oroya La historia de los pueblos no se detiene y los cambios socioeconómicos y tecnológicos mundiales de hecho influyen. Las empresas siguen el curso de los pueblos que avanzan al ritmo marcado por el desarrollo del mundo solo limitadas por sus propios intereses y la Cerro de Pasco Mining siguió su propio ritmo. Cuando el tiempo fue adecuado decidió su ampliación a todo el ámbito del Centro el Perú para lo que compró varias, sino todas, las grandes minas de la región oeste de Junín y del este de Lima, alentada por el éxito del tren y otras consideraciones. 3. La Oroya en 1970. Postreras Oficinas Generales en el corazón de la fundición.

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