MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / NOVIEMBRE 2022 / EDICIÓN 542 110 cumbre construyen residencias para sus autoridades, un centro ceremonial y barrios similares a los existentes en su capital. Cuenta una leyenda oral, que Sachun era un jefe de la comunidad puquina, quién se oponía a la presencia wari en el lugar, sin embargo, fue derrotado en Ubinas. Las tropas wari con vehemencia militar, logran permanecer en el valle de Moquegua, donde su centro de operaciones lo instalan en la cumbre del mencionado cerro, el cual sería luego amurallado y fortificado ante la posible intervención de los tiahuanacos, de allí comienzan a ejercer su influencia en las comunidades vecinas, que no estaban sujetas a la influencia de Tiahuanaco, pero de una manera autoritaria. Ubicar y explotar los yacimientos mineros – metálicos y no metálicos– de la región, era el objetivo primordial de los Wari, los cuales eran necesarios para la elaboración de las diversas piezas de cerámica, para sus ornamentos, herramientas y armas. Desde la capital imperial debieron enviar especialistas en los trabajos mineros y en la artesanía, capaces de realizar excelentes adornos para satisfacer a la exigente élite, a la que al portarlos en los collares les significaba: distinción, poderío y riqueza. Los recursos minerales los obtenían de la región muquihua, también de otros lugares, como la obsidiana que llegaba desde las canteras de Alca, en Cotahuasi, Arequipa. Con la obsidiana, roca volcánica de color oscuro, lograban elaborar armas punzo-cortantes, con lo cual obtenían gran superioridad militar en la región. El cuarzo que casi siempre es incoloro, lo utilizaron en la confección de instrumentos cortantes: cuchillos, puntas de flechas y otros. También emplearon el cuarzo color violeta o amatista, el cuarzo ahumado y el cuarzo lechoso, que sirvieron para elaborar sus adornos, la variedad llamada cristal de roca, fue utilizada en forma reducida. Asimismo, usaron la crisocola, que es un silicato hidratado de cobre de color verde azulado, puede ser cortado y pulido para elaborar adornos sustituyendo a la turquesa. Otro mineral utilizado para la confección de adornos era la lazurita, de un color azul violáceo, es un alumino-silicato constituyente principal del lapislázuli. Los minerales sin elaborar que obtenían de los diferentes yacimientos mineros, o tal vez de los intercambios comerciales, los trabajaban en los talleres que estaban en la cumbre del cerro Baúl, talleres similares a los existentes en la capital Huari. Se han realizado intensas investigaciones arqueológicas en el centro administrativo del Imperio Wari que era el cerro Baúl y en las zonas aledañas, donde han encontrado numerosos fragmentos de minerales que habían sido triturados en diversos batanes. Estos batanes semi-rectangulares, de unos 30 a 40 cm. de longitud y unos 25 a 35 cm. de ancho y que pesan casi 15 a 25 kilos, están en los patios de dos sectores o barrios. Los objetos confeccionados con minerales, también eran utilizados por los integrantes de la clase privilegiada del sacerdocio, para adornar los santuarios de sus diversas divinidades y para acompañar al cadáver de los integrantes de la clase gobernante.
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