REVISTA MINERÍA 543 | EDICIÓN DICIEMBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / DICIEMBRE 2022 / EDICIÓN 543 50 La continua aplicación de técnicas basadas en ADN ambiental ha sido facilitada por el increíble desarrollo de las tecnologías de secuenciación (Shokralla, et al., 2012). Actualmente, se ha generado mucha experiencia en el uso de las tecnologías de secuenciamiento y se ha logrado identificar aquellas que funcionan mejor según el enfoque de la investigación. Tecnologías de secuenciación como la de Roche serie GS, serie Illumina Genome Analyzer y serie IonTorrent, pueden trabajar en paralelo el proceso de secuenciación de varias muestras, produciendo de miles a miles de millones de secuencias de ADN y lecturas. El potencial para utilizar la secuenciación de ADN ambiental como un medio para obtener medidas de abundancia a través de grandes escalas y varios taxones simultáneamente ofrece la promesa de detectar relaciones cooperativas y competitivas a través de pruebas sólidas de co-ocurrencia. Dentro de los próximos años, se puede prever una red mundial coordinada de actividades de vigilancia y monitoreo de ADN ambiental. La aplicabilidad de estos datos proporcionará un marco potencial para la predicción de redes mundiales de ecosistemas y permitiría el desarrollo de modelos dinámicos a nivel de todo el ecosistema. Tales análisis permitirán, por ejemplo, explorar cuestiones de larga data relacionadas con la naturaleza y la dinámica de los cambios en la asamblea comunitaria. Base de datos Una vez generada cada secuencia, como se desconoce a qué especie pertenece, se le denomina Operative Taxonomic Unit (OTU) o unidad taxonómica operativa de manera provisional. Los métodos más comunes emplean la similitud de secuencia como criterio para identificar un OTU como una especie determinada. Estas secuencias de referencia se encuentran en bases de datos como Gene Bank y otras. Sin embargo, cuando se trata de especies poco frecuentes, sitios poco estudiados o muy raros, es difícil encontrar una base de datos referencial. Por ello es importante conocer la disponibilidad de bases de datos del encargado de ejecutar la interpretación de los resultados de ADN ambiental. Otra alternativa es construir una librería del sitio antes de ejecutar el monitoreo. Trabajar con bibliotecas de referencia incompletas y la presencia de secuencias derivadas de especímenes mal identificados, genera que el origen de la especie de muchos registros de ADN ambiental siga siendo incierto. Como resultado, una gran parte de la diversidad fácilmente detectable permanece sin clasificar y, por lo tanto, no podrá ser utilizada en la gestión ambiental. Algo similar a lo que ocurre cuando el resultado de un monitoreo biológico tradicional son muchas especies “no identificadas” o solo identificadas a niveles taxonómicos tan altos y generales que no permiten concluir al respecto. Utilizar bases de datos de referencia reconocidas y específicas para un grupo objetivo de organismos puede mejorar en gran medida las identificaciones taxonómicas (Harris, 2003) y aumentan sustancialmente su resolución (Valentini, et al., 2016) al mismo tiempo que reduce drásticamente el tiempo para obtener resultados. Para muchos proyectos, trabajar con bibliotecas de referencia locales es particularmente importante, por ejemplo, en estudios taxonómicos amplios que se enfocan en especies raras (Chain, et al., 2016). Además, es importante revisar que las bases de datos de referencia estén actualizadas y contengan entradas para las especies de interés. Finalmente, la correcta identificación taxonómica es la clave para detectar organismos con roles ecológicos específicos (Creer, et al., 2016, Ratnasingham & Hebert, 2007) y desarrollar indicadores biológicos de calidad para la gestión ambiental. Aplicación en monitoreo biológico Actualmente, las evaluaciones biológicas utilizan el método morfológico tradicional basado

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