MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / DICIEMBRE 2022 / EDICIÓN 543 86 na Cárdenas, Georgina González y Nidia Bastidas. A ellos los agentes recién llegados de la novísima empresa les ofrecían, aún sin ser trabajadores de la mina, una casa nueva en el asentamiento a construir, amén de US$ 4,000 o en su defecto la casa más US$ 800 por m2 de la tierra que dejasen en el poblado a arrasar, sin embargo, los diez al unísono dijeron ¡manan ari quepay! “Nos tiraron bomba lacrimógena, nosotras queríamos sacar lo que nos correspondía, como madres habíamos comprado los materiales [escolares] de nuestros hijos en ese jardín de niños”, cuenta Rosa, una de las últimas en abandonar su zona de confort. Agrega que, ni siquiera les permitieron improvisar centros temporales de educación en espacios públicos para reemplazar a las derruidas escuelas. ¿La razón?, primero debían reubicarse, y acota, “es solo por el interés de la empresa que nos están sacando, no nos estamos yendo voluntariamente”. Mongabay, un blog de lo que hoy se ha dado en llamar “prensa alternativa”, daba fe in situ que el trabajo preliminar en Toromocho se había iniciado aun con la presencia de esos diez últimos resistidores, y protestó porque “la ley establece que las voladuras deben hacerse a una distancia mayor a 500 metros de las personas”. En febrero del 2014 hubo un sospechoso corte general en la energía eléctrica en la ciudad, aunque mediante recurso legal se logró restablecerla unos días después. Los pobladores denunciaron que los trabajadores de la nueva empresa en todo momento les exigían que se vayan. En agosto del 2013 el gobierno decreta para Morococha uno de los consabidos estados de emergencia para permitir llevar a cabo el desarraigo de los morocochanos. Entre los considerandos se establecía que, según Ingemmet, Morococha ya no era un lugar seguro para vivir por el riesgo de derrumbes y desprendimientos de rocas y culpaba del riesgo a lluvias y sismos, sin atribuir nada a las explosiones producidas por el inicio de las operaciones en Toromocho, a pesar de conocer que Morococha con sus altas y bajas había resistido casi 400 años a lluvias y 5. Nueva Morococha, sobresale la uniformidad casi militar de las construcciones.
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