MINERÍA ABRIL 547 | EDICIÓN ABRIL 2023

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / ABRIL 2023 / EDICIÓN 547 82 carriles movidos por vapor para el traslado de los minerales y de nuevo fueron capitales foráneos los que llevaron adelante este nuevo prodigio del transporte que hoy nos parece obvio pero que en esos años era nuevo de toda novedad. Destaca la construcción del ferrocarril del Cerro a La Oroya y el de Cerro a la mina hullera de Goyllarisquizga. Hubo otros factores que complementaron estas acciones innovadoras tales como la construcción de grandes túneles para sacar el agua de las operaciones mineras en el Cerro y en Morococha, amén del desarrollo de centrales hidroeléctricas propias. Adicionalmente la economía peruana despegaba apoyada en capitales foráneos invertidos en agricultura que determinaron un amplio desarrollo en el norte con el auge cañero en La Libertad y Lambayeque y algodonero en Piura. Al mismo tiempo, y como revisamos en el Apunte de febrero, al final de la segunda década del siglo XX la Gran Guerra zarandeó al mundo y aumentó el consumo de minerales, elevando los precios principalmente del cobre. Este nuevo impulso a la minería propició que se construyan nuevas fundiciones —la gran Fundición de la Oroya, en 1920— y se modernicen las actividades de extracción de minerales. También la metalurgia tradicional mostraba avances. La historia de nuestra minería en los primeros 70 años del siglo XX, como todo acto humano, es la historia de sus batallas por mantenerse como industria vigorosa dentro de un ámbito socio económico no siempre bien delimitado y muchas veces adverso y aún beligerante, pero siempre supo salir airosa de sus mil batallas libradas en bien de nuestro Perú. Inclusive cuando se pretendió quebrantar su naturaleza social, ora privada, ora estatal, nunca depuso su herencia ancestral peruviana ni se resignó ante avatares de oscuros designios, por todo esto y más, la minería ha sido y es económicamente la espina dorsal de la realización peruana. En resumen, evidenciamos que, a pesar de todos los sinsabores de los mineros hasta el final del siglo XX el balance fue positivo, pues la minería aportaba cerca del 50% a las exportaciones afianzándose como el motor de nuestra economía. Y el futuro? El futuro minero inmediato es prometedor a condición que se le dé las condiciones propicias para sus operaciones. El cobre es la nueva esperanza y no se debería escatimarse esfuerzos por levantar los reparos a la entrada en producción de proyectos detenidos insustancialmente en el norte y en el sur por causas oscuras y casi siempre ajenas a la minería, porque solo así lograremos tramontar ese 12% en la producción mundial que ahora nos distingue y por

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