REVISTA MINERÍA 555 | EDICIÓN DICIEMBRE 2023

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / DICIEMBRE 2023 / EDICIÓN 555 69 ceso de amalgamación y este no estaba a la mano en la América española por lo que inicialmente fue necesario importarlo desde las minas de Almadén en la misma península ibérica, y lógicamente el proceso se encarecía aún más con el férreo control virreinal de Lima. Este hecho llegó a tal extremo que el comercio del azogue pasó a ser monopolio de la administración virreinal e inclusive a la cantidad de azogue consumida se le tomó como medida indirecta para tasar la cantidad de plata extraída de las minas, lo que a su vez sirvió a la Corona para controlar indirectamente la producción de plata y cobrar los impuestos. Los españoles habían llegado, según ellos, con la bendición divina mediada por el santo padre que vive en Roma tan es así que, aquí en estas generosas tierras peruvianas se dio el milagro de Santa Bárbara. Para hacer memoria de esta cuestión os refiero a nuestro Apunte en MINERÍA 465 de junio 2016 y siguientes de donde extraigo estas cortas líneas: “De inicio el principal problema para obtener estos metales fue la tecnología empleada pues la fundición en ‘hornos de pachamanca’ y después en guairas, definitivamente no era lucrativa. Esta condición primigenia duraría solo hasta que el sevillano Bartolomé de Medina en 1560 abriese camino con su nuevo método de ‘purificación de la plata’ por amalgamación, innovación que permitía, y permite, extraer mayor proporción de plata del mineral en menor tiempo, a menor costo y por tanto hacía rentable la explotación de pozos y vetas antes impracticable, tanto que el rey Fernando VI sabedor de que esta nueva destreza podría recargar sus precarias arcas, ‘manda y ordena’ a sus virreyes que exploren y exploten minas que tuviesen ‘asogue’ (sic). Los cronistas suponen que el rey había sido advertido de la presencia de cinabrio en estas tierras pues los godos de por aquí ya conocían que este mineral era usado desde mucho antes como el pigmento color bermellón en maquillaje”. Aquellos tiempos fueron propicios para que Huancavelica entre a escena con el cinabrio como material base para extraer azogue. Con el fin de acercarnos a la leyenda del descubrimiento de la mina de Santa Bárbara nadie mejor que nuestro genial Ricardo Palma para narrarnos la tradición de es hecho, helo aquí: “El año de 1564 durante la festividad de Corpus, el cabildo de Guamanga celebraba con esplendidez la fiesta. La procesión de la festiva era grande. El estandarte de la cuidad lo portaba Miguel de Astete el mismo que en Cajamarca derribó a Atahualpa de las andas de oro. Aquel día como gran dádiva don Miguel de Astete mandó representar un Acto Sacramental. Asistía don Amador Cabrera un rico encomendero quien para mayor honra llevaba ese día festivo en una mano el guión y en la otra su sombrero con cintillo de oro esmaltado en brillantes; don Amador para gozar del 1. Villa minera de Potosí con su afamado Apu y sus iglesias primigenias.

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