Por: Guillermo Vidalón del Pino, superintendente de Relaciones Públicas de Southern Perú.“Consensos para el progreso de Cajamarca” fue el evento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y PERUMIN 35 Convención Minera, el 16 y 17 del presente, al cual los organizadores tuvieron la gentileza de invitarme a participar como panelista, lo que me permitió escuchar varias de las ponencias.Durante el evento, percibí que algunos analistas tratan los temas locales y regionales como desgajados del contexto nacional e inclusive internacional, lo que dificulta lograr una comprensión integral del escenario en que se desenvuelve Cajamarca.Se señaló que era una de las regiones más pobres del país, que tuvo años de ascenso muy significativos por la generación de ingresos provenientes de la actividad minera; pero, luego el ritmo de crecimiento se ha desacelerado. Cierto es que la producción de oro –principalmente– ha disminuido en la última década, la razón fundamental no ha sido la falta del mineral, tampoco las leyes o nivel de concentrado del oro nativo que naturalmente tienden a disminuir; considero que la razón del estancamiento de la economía regional se debe a otros factores.Tampoco lo sería la preocupación por el agua, que todos compartimos y que fue puesta de manifiesto durante el ciclo de conferencias magistrales. La principal razón ha sido la débil institucionalidad en las diferentes entidades del Estado, lo que habría abierto las puertas a la corrupción. Otros mencionaron que la juventud más preparada migra hacia otros destinos, razón por la cual lo mejor del recurso humano no está presente en la región.Por otro lado, hubo quien resaltó la relación de agua y empleo rural, relacionándolo con la agricultura familiar. Así como la baja calidad de la educación pública y privada en general. Cajamarca reúne varios factores que contribuyen a ralentizar su crecimiento económico.No obstante el panorama presentado, creo que hay lugar para el optimismo. Primero, que un evento de reflexión haya congregado a las principales autoridades de la región demuestra que hay interés por superar la actual situación. Quizás el rumbo aún no esté bien definido, pero la toma de conciencia acerca de la realidad que se enfrenta significa un avance.En Cajamarca y en el Perú, el tema agua no es el principal, la naturaleza provee de este recurso, lo que sucede es que este no se encuentra distribuido de manera uniforme en todo el territorio, recordemos que el Perú es el octavo país con mayor disponibilidad de agua del mundo. En consecuencia, la menor disposición hídrica tiene solución y está relacionada a la disposición de recursos económicos, sea para “sembrar agua”, trasvasarla de una cuenca a otra, construir reservorios o micro-reservorios. Y, también, podríamos recuperar el legado de nuestros antepasados, quienes construían canales de derivación de las aguas de las lagunas en época de estiaje, cumpliendo una doble finalidad, evitar que se rebalsen en la época de lluvias, así como que se produzcan aluviones y deslizamientos de tierra. Dichos canales conducían el recurso hacia las fracturas de la cordillera para que alimenten la napa freática y el agua brote en cotas inferiores.En el tema de la educación y la generación de puestos de trabajo se evidenció que la calidad de la primera no era la esperada, por consiguiente, los niveles de productividad del recurso humano resultaban insuficientes para proveerse “calidad de vida”. Otros problemas, igualmente importantes, que se mencionaron fueron los niveles de desnutrición infantil, así como precaria atención de los servicios de salud.Empero, Cajamarca alberga un gran potencial minero y turístico y cuenta con campos que integrándose en unidades de mayor extensión podrían incrementar los niveles de productividad para lograr mayor rentabilidad y los jóvenes decidan quedarse para contribuir al desarrollo regional.¿Qué hacer para que el futuro de Cajamarca sea significativamente mejor en el menor plazo posible?Primero, ser conscientes que alcanzar aquello que se denomina “calidad de vida”, según los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas al 2030, implica disponer de ingente cantidad de recursos económicos para cerrar las brechas sociales. Por lo tanto, recurrir a la prospectiva será de gran ayuda y esto consiste en visionar el futuro deseado y empezar a construirlo desde el presente, analizar cuáles son nuestras fortalezas para alinear todos nuestros esfuerzos hacia el futuro anhelado.Segundo, identificar cuáles de las fortalezas que resultan ser más eficientes, de mayor impacto económico y social para trabajar juntos en el proceso de legitimación de la propuesta; porque también hubo quien expresó su preocupación por los niveles de desigualdad que se habrían alcanzado en Cajamarca como consecuencia de la actividad minera. Al respecto, cuando se realiza prospectiva se debe tratar de dejar de lado toda visión ideologizada y orientarnos a aquello que entregue resultados positivos para el conjunto de la sociedad cajamarquina. Creo que el debate acerca de la desigualdad podría hacernos perder el objetivo principal, que en mi concepto es generar las condiciones para que todos alcancemos “calidad de vida”. Es decir, agua potable y de calidad las 24 horas y servicio de disposición de aguas servidas, así como conectividad, electricidad, vivienda abrigadora, cocinas mejoradas para los hogares más vulnerables, etc. Fuera de la vivienda, sistema de recojo, segregación y procesamiento de residuos sólidos, así como tratamiento de aguas residuales, vías de comunicación que integren las localidades del interior con las ciudades principales más cercanas, para acercar la producción local a los mercados de consumo, servicios educativos y de salud, por lo menos al nivel de la media nacional, potenciar las actividades económicas, etc.Tercero, ser conscientes que debemos centrarnos en la solución. Por ejemplo, en el tema agua, la solución pasa por generar recursos económicos para construir la infraestructura hídrica que satisfaga la demanda de toda la población, así como de todas las actividades económicas. Antes de la presencia de la minería, las actividades agropecuarias no generaron excedentes económicos para satisfacer su propia demanda de agua en época de estiaje; por lo tanto, es necesario recurrir a otra fuente de generación de recursos y es allí donde la minería juega un rol trascendente. A más actividad minera, mayor disposición de recursos para que las autoridades enfrenten el reto de cerrar las brechas sociales. Sin embargo, si hacemos lo contrario, la pobreza seguirá transmitiéndose de manera intergeneracional, que es precisamente lo que debemos evitar. El debate no puede centrarse en la desigualdad porque es obvio que un profesional capacitado y competitivo, de preferencia cajamarquino, pero si no de cualquier otro lugar del Perú o del extranjero, tendrá legítimo interés en ser bien recompensado. Otra vez, la preocupación es por los pobres y no por aquellos que han logrado superar y cerrar las brechas sociales que en algún momento lo ataron a la pobreza.Por otro lado, la agricultura familiar, siendo importante, difícilmente generará excedentes para superar las condiciones de pobreza en que se desenvuelve. Las razones son las siguientes: a) Esta se desarrolla por encima de los 3,500 msnm, donde los niveles de CO2 son inferiores a los de la Costa, por consiguiente, el proceso de la fotosíntesis es menor y dificulta el crecimiento de cualquier cultivo. b) Se lleva a cabo en parcelas cada vez más pequeñas porque estas se subdividen entre los hijos del titular. ¿Qué podemos hacer al respecto? Incorporar tecnología de punta. Almería, en España, abastece al resto de Europa con el 70% de la producción de alimentos ¿cómo lo han logrado?, vinculándose a la industria local para capturar el CO2 producido e inyectarlo en invernaderos. Hay que vincular el interés de la industria minera con otras actividades económicas para incorporar moderna tecnología a través de programas pilotos que han demostrado ser exitosos en otras latitudes, porque con la inyección de CO2 se reproduce las condiciones climáticas de la Costa y “emparejamos” el terreno para superar la desigualdad geográfica. Pero, igual se requerirá contar con profesionales de primer nivel que, como es lógico, demandarán una remuneración adecuada.La agricultura familiar en Cajamarca tiene que superar las condiciones de subsistencia para dar el gran salto, sustituyendo la agricultura tradicional por cultivos más rentables para que dichas familias tengan más ingresos y se incorporen al mercado de consumidores de servicios educativos de calidad para fortalecer sus competencias y sostenibilidad futura. Ello solo será posible si dejamos de lado las estrategias de confrontación para dar paso a las de colaboración entre todos los involucrados en el desarrollo de Cajamarca.Alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para Cajamarca al 2030 implica reflexión, practicidad y compromiso de todos los involucrados. Ojalá, Rumbo a PERUMIN haya servido para que todos estemos dispuestos a asumir este reto para Cajamarca y el Perú.