El inicio de seis proyectos mineros por cerca de US$ 7 mil millones, será uno de los principales factores que impulsará la inversión privada en el primer semestre de 2025, con lo que esto representa para el crecimiento del PBI y la reducción de la pobreza, estimó el gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes.Se trata de Tía María (US$ 1,400 millones), Zafranal (US$ 1,263 millones) y Pampa del Pongo (US$ 1,781 millones) en Arequipa, Reposición Antamina (US$ 1,604 millones) en Áncash y Corani (US$ 579 millones) en Puno. Sin embargo, el experto sostuvo que se debe tomar en cuenta que este nivel de inversión minera representa apenas 1.2 veces lo reportado en Quellaveco, por lo que enfatizó que todavía hace falta poner en marcha las grandes iniciativas mineras, con lo que ello significa por el encadenamiento con otros sectores económicos.“Lo que hay que tener en mente es que existen más de 30 proyectos en la cartera de inversión sin fecha de inicio por un valor total de 41 mil millones de dólares, es decir, si nos ponemos las pilas, la contribución de la minería podría ser aún mayor”, destacó. En ese contexto, el IPE actualizó al alza sus proyecciones del PBI a 3.2% en 2024 (antes 3%) y 3% en 2025 (antes 2.8%), aunque indica que para el segundo semestre del próximo año la inversión privada se desacelerará por la incertidumbre electoral.“Se revisa el 2024 por el mayor avance de las exportaciones (ante la recuperación de la pesca y el agro), el gasto público (tanto por mayor consumo como inversión pública), así como, en menor medida, una expectativa al alza del gasto privado”, precisó. Además, explicó que la principal fuente de inestabilidad macroeconómica para los siguientes años seguirá siendo la consolidación fiscal. El 2024 cerrará con un déficit de 3.8% del PBI (por encima de la meta de 2.8%). “En 2025, el déficit se reduciría por los mayores ingresos esperados provenientes de la actividad del 2024. Para el 2026, el menor precio de los metales y un discreto crecimiento afectarían la capacidad de continuar disminuyendo el déficit. Así, considerando las reglas vigentes, se acumularían cuatro años consecutivos de incumplimiento de la regla de déficit fiscal”, puntualizó.