En virtud a su destacada trayectoria y aportes al desarrollo de la geología y la sostenibilidad social de la actividad minera, don Alberto Benavides de la Quintana (1920-2014), el Patriarca de la Minería Peruana, fue incorporado al Salón Nacional de la Fama de la Minería de Leadville (Colorado) en los Estados Unidos de Norteamérica.

La junta de gobernadores del Salón de la Fama y Museo Nacional de Minería (NMHFM, por su sigla en inglés) decidió reconocer póstumamente a este ilustre peruano junto a otros destacados profesionales como Roshan B. Bhappu, Hugh W. Evans, Raymond W. Threlkeld y Spencer R Titley.

En el anuncio se destaca que don Alberto como jefe de Exploraciones de la Cerro de Pasco Corporation estuvo involucrado en el descubrimiento, evaluación y desarrollo temprano de los proyectos Antamina, Las Bambas, Toquepala y Cuajone. 

“Fundó Compañía de Minas Buenaventura, una empresa peruana que cotiza en la Bolsa de Valores de Lima y en la Bolsa de Nueva York y jugó un papel decisivo en el descubrimiento de los depósitos minerales Conga, Tambomayo, Trapiche y Chucapaca, así como en el desarrollo de las minas La Zanja, Tantahuatay, Orcopampa, Uchucchacua, Mallay, Shila y Anapite”, precisa la publicación del NMHFM. 

A pesar de la actividad terrorista que asoló el Perú a fines del siglo XX, la organización internacional resalta que forjó una empresa conjunta entre Buenaventura y Newmont para desarrollar la mina Yanacocha.

“Con una pasión singular por el avance social y la sostenibilidad, impulsó que todos los socios en el desarrollo de las minas ayuden a mejorar las condiciones de vida de los lugareños y el acceso a los servicios mejorando o construyendo carreteras, escuelas, clínicas de salud y proporcionando agua potable y saneamiento en las comunidades cercanas a las unidades mineras”, indica. 

A ello añade, que don Alberto apoyó oportunidades educativas avanzadas para promover habilidades laborales más allá de la vida de la mina. “Yanacocha se convirtió no solo en uno de los mayores productores de oro del mundo, sino en un modelo global de responsabilidad social (desarrollo sostenible y bienestar para todos), que ahora es replicado por las compañías mineras estadounidenses en muchos otros sitios en el ámbito global”, destaca la organización.