La sensible desaparición de uno de los personajes más destacados de la minería peruana, ocurrida en días recientes, fue motivo de reflexión y recuerdo en los Diálogos Mineros de la Sala Vip del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en los que se resaltó la sensibilidad humana y serenidad ante la adversidad de don Heraclio Ríos Quinteros, conocido por sus amigos como Laco Ríos.Con la participación de sus hermanos Isaac y Lucio Ríos, en este compartir virtual de cada semana que conduce el director del Instituto, Raúl Garay, se rememoró que este ilustre ingeniero conformó tres Consejos Directivos del IIMP del 2000 al 2006 y fue vicepresidente en el periodo 2006 – 2008. Nació en Mallay, provincia de Oyón (Lima) y la educación primaria la realizó en el Colegio Nuestra Señora de la Merced, en Huacho. En 1953 viajó a la Capital de la República, donde terminó su formación secundaria en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe.Después ingresó a la antigua Escuela Nacional de Ingenieros de donde egresó como ingeniero de minas, siendo sus primeras prácticas en el Sindicato Minero Río Pallanga, en Compañía de Minas Huarón y posteriormente en Compañía Minera Atacocha.En 1964, don Laco Ríos visitó diferentes minas y plantas siderúrgicas en Italia, Alemania, Suecia, Bélgica, Inglaterra, Francia y España. A su regreso de Europa, entró a trabajar en la Cerro de Pasco Corporation, donde laboró hasta 1974 y llegó a ser asistente de Capitán de Minas en las unidades Yauricocha y Cerro de Pasco.Tiempo después, formó parte del personal de la estatal Centromin Perú, donde asumió la Superintendencia General –lo que actualmente sería la Gerencia de la mina– en Yauricocha, Casapalca y Cerro de Pasco. El máximo cargo que alcanzó fue de superintendente general de las siete minas de esta empresa, que tenía su base en La Oroya.“Cuando llegó a Raura como gerente general la convirtió en una compañía financieramente de lo mejor y siempre soñó con hacerla una organización modelo, por eso era bien apreciado por don Mario, Pedro y Fortunato Brescia”, recordó Jaime Tumialán. Por su parte, su hermano Lucio destacó que era un hombre de gran corazón y excelentes modales que siempre le preguntaba: ¿cómo estás? y ¿cómo te va?, ofreciéndole un consejo sincero y positivo lo que lo ayudó en su formación universitaria y “fue como un padre para mí”. “Era un caballero, líder nato y un ingeniero de minas realmente de escuela. Cuando estaba en Atlas Copco lo íbamos a visitar como proveedores y siempre nos mostró una gran calidez. Después nos encontramos en el Capítulo de Minas del CD-Lima CIP, donde fue presidente en 1996-1997, y me brindó unos concejos de oro. Fue un hombre íntegro que de seguro está en la gloria de Dios”, remarcó el director del IIMP, Alberto Brocos.