Los recientes anuncios de importantes compañías del sector respecto de la presentación de iniciativas para perfeccionar y ampliar la vida útil en su huella operativa, así como la adjudicación del proyecto El Algarrobo (Piura) a Compañía de Minas Buenaventura, marcan un expectante inicio de año para el sector minero.

Sin duda estas inversiones ratifican la apuesta de las empresas mineras nacionales e internacionales por continuar no solo fortaleciendo sus operaciones actuales sino también abriendo nuevas minas, con los beneficios que esto significa para el entorno, las regiones y la economía del país en general. 

Queda en manos de las autoridades, sin relajar el análisis del irrestricto respeto por el medio ambiente y, en cumplimiento de los plazos, otorgar los permisos correspondientes para que estas inversiones por casi US$ 4,500 millones se puedan ejecutar en el corto plazo, en especial, aquellas que solo modifican algunos componentes.

La gran y mediana minería que se practica en el país cumple con los más altos estándares operacionales, medioambientales y sociales, por lo que el anuncio de nuevas inversiones son un aliciente para las poblaciones donde operan, en la medida que los encadenamientos productivos de la actividad minera tienen un impacto directo en la generación de empleos formales en otros sectores e impulsan el desarrollo de manera diversificada y descentralizada.

Lamentablemente, otro es el caso de la minería a pequeña escala que en su mayoría es informal y urge la aplicación de mecanismos para fomentar su incorporación a la formalidad en beneficio de los que la practican, a lo que su suma la identificación de los mineros ilegales que deben ser erradicados junto a la criminalidad que hoy los rodea.

El Perú es un país eminentemente minero y está en la capacidad de armonizar la coexistencia de la gran, mediana y pequeña minería como sucede en otras naciones con tradición minera, para lo que se requiere tener una visión integral, basada en el respeto de la ley, y tomando en cuenta las características de cada segmento, con el fin de otorgarles los incentivos y acompañamiento necesario para su pleno desarrollo a favor de la sociedad en su conjunto.

El Director