La semana anterior, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), desarrolló el Simposio – XV Encuentro Internacional de Minería, en el que se analizó la importancia y perspectivas de la actividad minera para el país en un contexto de transición energética global.

Sin duda, uno de los anuncios de mayor relevancia y que tuvo gran impacto en la opinión pública, fue el posible inicio de la construcción del proyecto Tía María para inicios del próximo año, en la medida que se den las condiciones sociales necesarias con el concurso tanto de las autoridades de gobierno, la empresa y la sociedad civil.

En ese contexto, la trascendencia de esta iniciativa radica, más allá de implicar una inversión superior a los US$ 1,400 millones para una futura producción de 120 mil toneladas anuales de cobre, en que representa un claro ejemplo que la minería moderna del siglo XXI si puede perfectamente complementarse con la agricultura, en este caso, en el valle del Tambo, lo que le ha supuesto una férrea oposición por un grupo de personas.

El trabajo de relacionamiento avanzado de la empresa Southern Perú, incluye la construcción de una represa en beneficio de los agricultores de esa zona, que ya no dependerán de la época de lluvias para cultivar, sino que tendrán agua todo el año, con lo que aumentará la productividad y los ingresos de los campesinos. 

Ese trabajo e involucramiento con la población, con el objetivo que la gente se sume y comparta los beneficios de contar con una operación minera, debe estar acompañado de acciones concretas del gobierno en sus tres niveles, dado que la coyuntura actual no solo requiere que la autoridad entregue permisos, sino que también acompañe con obras que beneficien a las comunidades.

Y esa es precisamente la labor del Estado, es decir, proveer a la población de los servicios básicos de agua, desagüe y electrificación, a lo que ahora se suma las conexiones a redes de telefonía e internet, además de procurar una educación y servicios de salud adecuados a la par de oportunidades de empleo y desarrollo, en lo que sin duda la minería tiene mucho que aportar y lo hace en diferentes regiones del país.

Confiamos, por el liderazgo que está mostrando el Ministerio de Energía y Minas involucrando a otros sectores del Estado para atraer la inversión minera, que en los próximos meses se darán pasos concretos en lograr que, en un trabajo articulado entre las autoridades, la empresa y la sociedad civil, se ponga en marcha no solo Tía María, sino la mayoría de proyectos de la cartera de inversiones que supera los US$ 53,000 millones.

Esto, como han demostrado las proyecciones de instituciones expertas en la materia, traerá desarrollo sostenible al país, permitiendo alcanzar tasas de crecimiento del PBI que impulsen que más peruanos dejen la pobreza y se labren una vida con oportunidades reales de progreso.

El Director