Nos encontramos en un momento clave donde no solo transitamos hacia un mundo más verde y amigable con el medio ambiente –consciente de los efectos del cambio climático– sino también donde la minería tendrá un rol fundamental y será un gran promotor del desarrollo sostenible.Ese escenario hacia donde nos dirigimos, sin duda, demandará más metales como el cobre, que nos permiten avizorar un superciclo de precios a nivel internacional incluso mayor que el de comienzos de siglo.En ese contexto, se encuentra el Perú, actualmente el segundo productor mundial de cobre y uno de los líderes globales del sector minero, que tiene una brillante oportunidad para desarrollarse de forma sostenible si se lo propone y existe consenso y voluntad política. Este consenso incluye fortalecer la institucionalidad y la gobernabilidad en el país, así como el trabajo conjunto entre Estado, comunidades y sector privado.Nos hace falta aterrizar todo ello en una estrategia de desarrollo a nivel nacional, regional y local que incluya el impulso económico de la minería, que trascienda lo coyuntural, aproveche nuestro enorme potencial de recursos naturales y tenga una mirada de largo plazo. En el Perú, contamos con una cartera de proyectos mineros por US$ 53 mil millones, donde el 70% de las inversiones está dirigido a futuras minas de cobre, y donde claramente destacan regiones como Cajamarca y Apurímac, con el mayor portafolio de emprendimientos, con US$ 18 mil y US$ 10 mil millones, respectivamente.La región Cajamarca, eminentemente minera y rural, tiene el potencial para aportar más de un millón de toneladas de cobre y 680,000 onzas de oro al año a la producción total del país, con yacimientos como Conga, Michiquillay, Galeno y La Granja.Y no solo ello, sino impulsar otras actividades económicas como construcción, transporte, turismo, y especialmente la agricultura, que merece especial atención para fomentar el crecimiento socioeconómico de esta localidad.Cajamarca es la segunda región con mayor superficie agrícola, después de Huancavelica. Sin embargo, se encuentra en el puesto 14 en cuanto a cobertura moderna y eficiente de riego. Pasar de S/ 360 a S/ 2,400 millones el aporte minero en canon y regalías, permitiría reducir la pobreza del 51% actual al 17.5% y beneficiar a 3.7 millones de personas, sumando los trabajadores directos, indirectos y sus familiares, aparte de cerrar las brechas sociales existentes, elevar la calidad de los servicios básicos que brinda el Estado —como educación, salud y seguridad— e invertir en la infraestructura territorial que permita el despegue económico diversificado. ¡Prosperidad para todos los peruanos es la meta!Miguel Cardozo, segundo vicepresidente IIMP
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