“Rumbo a PERUMIN: desarrollo y competitividad regional de Cusco”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y PERUMIN 37, tuvo un gran éxito en la Ciudad Imperial y destacó el potencial de esta región y los desafíos que enfrenta el sector minero como principal actividad productiva. En el encuentro, la asesora del Viceministerio de Minas, Diana Alcalde detalló que en Cusco existen dos proyectos de inversión por un total de US$ 2,790 millones: Integración Coroccohuayco (US$ 1,500 millones) y Quechua (US$ 1,290 millones). Además, cuenta con una cartera de tres proyectos de exploración minera por US$ 27.7 millones (María Reyna, Japeroide y Crespo II).“El cobre se consolidará como el mineral más relevante en el futuro, lo que subraya la necesidad de impulsar más proyectos. El Perú es el segundo productor mundial del metal rojo, una actividad fundamental para la generación de empleo, ingresos fiscales y divisas. Actualmente, contamos con 31 proyectos en 14 regiones que suponen una inversión de 39.7 millones de dólares”, señaló. Durante su participación, el presidente de Rumbo a PERUMIN, Domingo Drago sostuvo que el Perú es un país bendecido debido a la gran cantidad de recursos que posee, entre ellos los minerales.Bajo esa premisa indicó que existe el potencial geológico, pero no hemos logrado convencer del todo a los inversionistas para sacar adelante nuevos proyectos. “Se requiere de plazos más claros para la obtención de permisos, así como una legislación más predecible y aplicar el silencio administrativo positivo”, manifestó.A su turno, el jefe de Proyectos del Centro para la Competitividad y el Desarrollo, Elmer Huamán indicó que la industria minera y de gas han contribuido ampliamente al desarrollo del Cusco. Actualmente, la región tiene un PBI anual de S/ 15,000 per cápita, lo cual representa un incremento que cuadruplica lo registrado en 1994, cuando reportó S/ 4,900.Sumado a ello, mencionó que los empleos directos generados por la minería en Cusco ascienden a 96 mil y los indirectos a 383 mil, lo que equivale al 28% de la población.En su intervención, el director del Instituto Cusqueño de Economía (Incuse), Fernando Ruiz Caro expresó que la región necesita de más exploraciones mineras, en la medida que solo cuenta con tres proyectos en esa etapa.“Para el 2030, Cusco estará perdiendo su capacidad de desarrollo. No tenemos proyectos nuevos, no hay exploraciones. Si sigue así, la región se convertirá en otra Cajamarca que, pese a tener yacimientos mineros, no ha desarrollado nuevos prospectos”, consideró.Además, afirmó que uno de los grandes problemas que hace menos competitivo a Cusco es la corrupción de funcionarios. “Cada año se dejan de construir dos o tres hospitales y entre 200 a 300 kilómetros de carreteras, por la corrupción que hay en la región”, puntualizó.Finalmente, subrayó que Cusco cuenta con los recursos necesarios para retomar el rumbo de la competitividad, pero lo que hace falta es gestión pública.En otro de los espacios, el gerente de Asuntos Corporativos Regional de Minera Las Bambas, Marco Santos; el directo de Incuse, Carlos Milla, y el presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios, Turismo y de la Producción de Cusco, John González, debatieron sobre las oportunidades de mejora en la competitividad de la región, respecto a factores como la conflictividad social, corrupción y educación, aspectos que representan desafíos importantes pues limitan el desarrollo del capital humano y la seguridad.
Hacen llamado a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad y combatir la minería ilegalSeguir leyendo