Por: Karina Zevallos, presidenta de Women in Mining Perú.Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la industria minera de Perú se enfrenta a un desafío estructural: la brecha de género. De acuerdo con el último boletín estadístico del Minem al cierre de 2023 al igual que al cierre de 2022, las mujeres constituyen solo el 7.1% de la fuerza laboral en el sector minero. Aunque este porcentaje supera el promedio de 6.45% de los últimos 11 años, es evidente que el avance está lejos de ser suficiente.La falta de representación femenina es multifacética y las soluciones deben ser igualmente diversas. El ecosistema minero debe abordar desde la formación temprana hasta la retención y promoción de talento femenino en todos los niveles. Es crucial establecer programas que despierten el interés en las áreas STEM y la minería desde las aulas de los colegios, destacando el papel fundamental de modelos a seguir, mujeres que ya sobresalen en el sector.WIM Perú ha liderado iniciativas como Kuraq Ñañayki, que demuestra el potencial de influir positivamente en la percepción de las niñas y jóvenes sobre su futuro profesional o Umalliq Warmi, programa para jóvenes universitarias que las provee de herramientas para ser resilientes. La expansión de programas semejantes es vital, sin embargo, se requiere de un compromiso más amplio. Las empresas deben colaborar con instituciones educativas para desarrollar currículos que reflejen las necesidades del sector y faciliten la incorporación de las mujeres al campo laboral.Además, las organizaciones del ecosistema minero, compañías mineras y contratistas, deben garantizar políticas inclusivas que promuevan la equidad desde la contratación hasta el desarrollo profesional. La implementación de prácticas que fomenten un equilibrio entre la vida laboral y personal, y la adaptación de los lugares de trabajo para atender las necesidades específicas de las mujeres, son pasos necesarios.Es esencial que la recopilación, transparencia y disponibilidad de datos diferenciados por género se conviertan en una prioridad institucional para las entidades públicas. La precisión y la actualización regular de esta información son fundamentales para comprender la magnitud real de la brecha de género en la industria. Esta práctica proporciona una base sólida para el diseño y la implementación de políticas públicas y corporativas más efectivas. Los datos detallados posibilitan el seguimiento meticuloso del progreso y son críticos para ajustar las estrategias y garantizar que las intervenciones resulten en avances tangibles hacia la igualdad de género. Con un compromiso firme hacia la transparencia y la responsabilidad, podemos construir un entorno industrial más inclusivo y equitativo.Para asegurar el progreso, se necesita un enfoque colaborativo. Los gobiernos, la academia y la industria deben crear un marco regulatorio y de incentivos que fomente la igualdad de género. El cambio sostenible también depende de la acción colectiva de todas las partes interesadas, incluyendo a aquellos en posiciones de liderazgo que pueden actuar como verdaderos agentes de cambio.En este Día Internacional de la Mujer, resaltamos la importancia de estos esfuerzos y renovamos nuestro compromiso de trabajar incansablemente por un futuro donde la brecha de género sea una lección del pasado. El progreso es palpable, y aunque el camino hacia la igualdad plena es largo, es un viaje que debemos emprender juntos.Para abordar las barreras culturales, las empresas deben comprometerse con programas de sensibilización que aborden los prejuicios inconscientes y promuevan las masculinidades positivas. Estos programas tienen el potencial de cambiar las actitudes y comportamientos dentro de la industria, y fomentar un ambiente más inclusivo y respetuoso para todos.El apoyo a la mujer en la minería también implica asegurar su salud y seguridad en condiciones de trabajo a menudo arduas. Las inversiones en equipos y formación específicos para mujeres no son solo una cuestión de igualdad, sino también de eficiencia y efectividad operativa.La formación de redes de apoyo y la implementación de programas de mentoría constituyen elementos cruciales para el avance de las mujeres en las industrias. Organizaciones como WIM Perú desempeñan un rol importante en este sentido, ofreciendo plataformas como su séptimo programa anual de mentoría este 2024. Estos programas son esenciales, ya que proporcionan espacios donde las mujeres en la minería pueden intercambiar experiencias, ampliar su conocimiento y acceder a oportunidades que impulsan su desarrollo profesional y personal.La visibilidad es otro factor clave. Historias de éxito y logros de mujeres en el sector deben ser destacados y celebrados. Los medios de comunicación y las plataformas de la industria tienen la responsabilidad de presentar estos ejemplos, inspirando así a futuras generaciones.La estrategia para cerrar la brecha de género en la industria minera peruana debe ser multifacética, multiactor y sostenida, basada en el fortalecimiento de la educación, la promoción de políticas inclusivas en el lugar de trabajo, la mejora de la seguridad laboral, la creación de redes de apoyo y la garantía de visibilidad para las contribuciones femeninas.
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