Por: Walter Casquino, expresidente del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico.No cabe duda de que la libertad absoluta no existe. Los profesionales dependientes deben rendir cuentas ante su jefe para seguir manteniendo su empleo. Los profesionales independientes rinden cuentas ante sí mismos. Si no dan la talla, tienen que salir del negocio, que es sinónimo de fracaso. Hasta en la hora final, tenemos que rendir cuenta al supremo hacedor de lo que hicimos con ese inmenso obsequio que nos dio cuando nacimos. Los únicos que no rinden cuenta a nadie son los funcionaros públicos. Eso tiene su origen en el caos organizacional general. No existe persona jurídica pública que sea eficaz. Tampoco existen los sistemas adecuados. Uno de los grandes desafíos futuros que tenemos es mejorar los sistemas de rendición de cuentas de la función pública. El modelo de Economía Social de Mercado es adecuado para la idiosincrasia peruana, pero hay que fortalecerlo. Es muy posible que se pueda integrar la fase de evaluación del desempeño con los discursos anuales de los directivos del bien común que son los políticos de turno. Se requiere corregir el improductivo ejemplo presidencial de los discursos del 28 julio de 2024 y 2025. Estimamos que una buena programación que logre ese objetivo sería seguir lo siguiente:1. Previamente al 28 de julio comenzaría la etapa de evaluación de cada uno de los ministerios. A partir del 1 de junio hasta el 20 de julio de cada año expondría cada ministro ante la respectiva comisión del Congreso, con participación de las directivas de los colegios profesionales que correspondan.2. De esta manera, se podría tener una exposición detallada de cada uno de los sectores con sus prioridades correspondientes, reservándose unos pocos temas de relevancia para el discurso presidencial del 28 de julio.3. Cada día de evaluación del desempeño de cada uno de los sectores involucrados sería una clase de capacitación y divulgación de las responsabilidades que los directivos públicos tienen. 4. Complementariamente, cada ministro debería rendir cuentas en su inicio y en su salida del sector.5. La misión de los colegios profesionales y su elite académica debe ampliarse para que sean capaces de especificar, actualizar y difundir periódicamente los planes de su especialidad, referidos al desarrollo de bienes privados y públicos.