En forma complementaria al pago de contribuciones y tributos, las empresas mineras formales que operan en el país desarrollan una serie de proyectos y programas sociales a favor de las comunidades circundantes a las operaciones, que tienen un impacto positivo en estas poblaciones que, en la mayoría de los casos, viven en zonas alejadas de los centros urbanos, donde es casi nula la presencia del Estado.Del mismo modo, apoyan también al progreso y mejora de los sistemas de salubridad, educación y acceso a agua potable en grandes ciudades, de acuerdo a la ubicación de las unidades mineras, y brindan un importante soporte que, por su inmediatez, cobra aún más relevancia en los casos de desastres naturales como el fenómeno de El Niño, movimientos sísmicos y la erupción de volcanes como lo ocurrido recientemente con el Ubinas en Moquegua.Para mostrar algunas de estas labores que son claves para mantener un equilibrio social en las zonas de influencia de las operaciones mineras y que están alineadas en muchos casos con los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, presentamos algunas acciones realizadas como parte de los cientos de proyectos que se desarrollan en el ámbito nacional.