El jueves 5 de diciembre se celebró el Día del Trabajador Minero, en reconocimiento a la esforzada labor de los miles de peruanos que dejan su mejor esfuerzo para mantener la competitividad del sector productivo más importante del país.

Estos trabajadores, de acuerdo con los estudios realizados, son los que tienen la mayor productividad, lo que respalda y soporta que la actividad minera nacional ocupe los primeros lugares en el ámbito global en la producción de diferentes minerales como el caso del cobre, plata, zinc, plomo, oro y estaño, entre otros.

La evolución en el presente siglo de la generación de empleo ha sido exponencial, desde los 61 mil trabajadores que se registraban en el 2000 hasta los más de 244 mil de septiembre último, es decir, se ha cuadruplicado el número de personas que encuentran un sustento de manera directa en la minería.

Si a ello le añadimos, los ocho puestos indirectos que de acuerdo con el IPE genera un empleo minero, hablamos de casi dos millones de peruanos que cuentan con un trabajo formal, gracias al impacto que tiene la actividad minera en otros sectores de la economía en forma diversificada.

Sin duda, esto podría hasta más que duplicarse si se ejecutaran los US$ 54,500 millones en proyectos mineros en cartera, lo que no solo favorecería a la macroeconomía por su repercusión en el PBI y las exportaciones, sino también a la microeconomía, dado que casi 5 millones de connacionales contarían con ingresos suficientes para labrar un mejor futuro para sus familias.

El Perú es un país minero y si logramos despojar de los prejuicios existentes en la población hasta que llegue a reconocer la necesidad de impulsar este sector, como sucede en otras latitudes, es muy probable, como ha quedado demostrado, que podamos enrumbarnos a ser una nación desarrollada, con lo que esto implica para el bienestar general. 

Finalmente, desde estas páginas hacemos votos porque las autoridades de gobierno tomen decisiones acertadas para que las miles de personas que trabajan en la minería informal, puedan en el corto plazo incorporarse a la formalidad y gocen plenamente de sus derechos labores, en beneficio de su desarrollo integral y el de sus familias.

El Director