Hace diez años Apurímac era uno de los departamentos más deprimidos del país, y la población en situación de pobreza bordeaba el 70%, sin embargo, desde 2012 cuando se inicia la construcción del proyecto Las Bambas comenzó una revolución económica sin precedentes en esta región que actualmente es la segunda productora de cobre del país.Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el periodo 1995 - 2010, el ingreso per cápita del poblador en esta región no registraba mayores cambios, manteniéndose en alrededor de S/ 4,000 en términos reales. Consecuentemente, con este magro crecimiento económico, durante esa década y media los indicadores sociales eran reacios a mejorar de manera significativa.A ello se sumó las difíciles condiciones climatológicas que agravaban más la vida y salud de sus habitantes. Por ejemplo, en 2004, se registró una ola de frío en la zona de Antabamba y los termómetros marcaron -20 grados; como consecuencia, se tuvo que cerrar centros escolares, y la población observó la muerte de buena parte de su ganado. Sin embargo, como resultado de la inversión privada, asociada al proyecto minero Las Bambas, los indicadores económicos y sociales cambiaron favorablemente entre los años 2011 y 2015, cuando se invirtieron en el proyecto cerca de US$ 7,000 millones. Parte de estos recursos se han destinado al incremento de la demanda de bienes y servicios en la región, sobre todo, en la etapa de construcción y desarrollo.