Nuestro país compite por atraer inversión en un contexto desafiante, donde los minerales son esenciales para el desarrollo tecnológico, la electrificación y la reducción de emisiones de CO2. Cada vez más naciones intentan cubrir esta necesidad con proyectos nuevos en minería, mientras el Perú mantiene la misma oferta desde hace años. Tanto la anunciada puesta en marcha de Zafranal y Pampa de Pongo, como la reactivación de Tía María, contribuyen a nuestro posicionamiento como destino de inversiones. Ello se refleja también en una mejora significativa en el último ranking de competitividad del Fraser Institute, donde el Perú pasa de la posición 59 en 2023 a la 40 en 2024, entre 82 jurisdicciones analizadas. Sin embargo debemos ser conscientes que atraer y retener la inversión es una competencia permanente. Argentina viene despertando mucho interés por parte de los capitales y provincias, como La Rioja, han pasado del puesto 83 al 44. El desafío de fondo para el Perú sigue siendo interno: agilidad regulatoria, claridad normativa y una gestión pública capaz de traducir potencial en progreso real.Asimismo, urge repensar nuestro enfoque hacia la minería de pequeña escala. No basta formalizar por cumplir. Necesitamos garantizar trabajo digno, seguridad social y respeto por el ambiente, propiciando que estas actividades sean modelos de negocio sostenible, trabajando articuladamente con la gran minería y el tejido de empresas proveedoras. Un nuevo marco legal debe dejar atrás el Reinfo que solo ha perpetuado la informalidad. La minería ilegal, en tanto, es más que un problema de seguridad: es una amenaza a la institucionalidad. Combatirla exige una estrategia cohesionada, con roles activos del Ejecutivo, Legislativo y el Poder Judicial. Sin trazabilidad y sin justicia efectiva, los esfuerzos de lucha quedarán en el papel.El Perú necesita cohesión, visión y firmeza. Pongamos nuestro talento y trabajo en beneficio de la sociedad y construyamos el país que queremos para nuestras familias, conscientes que los desafíos que tenemos por delante debemos asumirlos todos. Darío Zegarra, presidente IIMP