En días recientes Anglo American y Mitsubishi Corporation anunciaron la primera producción de concentrado de cobre proveniente de Quellaveco, hito con el que se ingresa a la fase final para su pronta operación comercial como una unidad minera de clase mundial.

Sin duda, la puesta en producción de esta mina en los tiempos previstos, ha constituido todo un reto tomando en cuenta que han pasado solo 4 años desde la aprobación de la construcción, dos de los cuales se vieron afectados por la pandemia de la Covid-19.

Por su magnitud, que implica una producción anual de 300 mil toneladas de cobre equivalente durante los 10 primeros años de operaciones, Quellaveco se convertirá en una de las minas más importantes del país y el mundo en tránsito hacia una economía verde.

Como es sabido será la primera unidad minera 100% digital de la región, con el uso de lo último de la tecnología de Minería 4.0 y la utilización de energía renovable de fuente eólica, que también es otro hito y un ejemplo de la calidad de la minería que se desarrolla en el país.

A ello se suma, una impecable gestión social basada en principios del desarrollo sostenible, plasmada en la innovadora mesa de diálogo de 2011, que tuvo como resultado la suscripción de 26 compromisos que incluyen el cuidado del agua con fines de protección ambiental y el desarrollo social.

Entre estos acuerdos, es de destacar la construcción de la represa Vizcachas, que ofrece recursos hídricos de alta calidad para incrementar la frontera agrícola de las comunidades locales, mientras la operación usará agua no apta ni para el consumo humano ni para actividades agropecuarias. 

El aporte de Quellaveco para Moquegua y el país, con una inversión total de US$ 5,500 millones, también se traduce en la generación de 2,500 empleos directos, la demanda de servicios locales por su vasta cadena de suministro, el incremento de la conectividad digital e importantes ingresos fiscales, entre otros.

Tanto por su alto nivel tecnológico como por su contribución al progreso regional y nacional, no tenemos duda que asistimos al inicio de una de las operaciones mineras más importantes de las primeras décadas del siglo XXI, que debe erigirse como ejemplo para futuros proyectos y minas en funcionamiento, de lo que es hacer minería que aporta al desarrollo sostenible en el país.

Venancio Astucuri, director