La transición energética ha abierto una oportunidad sin precedentes para el Perú. El mundo necesita más cobre, más litio, más minerales críticos y nuestro país está entre los mejor posicionados para proveerlos. Pero no basta con tener los recursos. Aprovechar esta oportunidad dependerá, exclusivamente, de nuestra capacidad para aprender: a lograr acuerdos, a perseverar colectivamente para construir infraestructura, competitividad e institucionalidad. Hoy el Perú tiene una cartera de inversión minera superior a los US$ 64 mil millones, con potencial real de generar empleo, infraestructura y bienestar. Pero seguimos tropezando con viejos obstáculos: burocracia, inseguridad jurídica, conflictividad social y desconfianza entre actores clave. A los mismos se suma además la amenaza de la minería ilegal. Cuanto más necesarias son las sinergias, la confrontación se vuelve rutinaria, incluso automática. Nos acostumbramos a ver al otro como obstáculo, no como aliado. Y en ese clima, lo que se pierde es el tiempo, el futuro y las oportunidades. En un país con tantas brechas sociales, posponer el desarrollo es un lujo que no podemos darnos.La minería tiene el potencial de ser un puente entre el Perú de las oportunidades y el Perú de las necesidades. Pero para eso, debemos actuar con sentido de urgencia y con visión compartida. Representantes del Estado, empresas, grupos de fe, universidades, colegios profesionales y de organizaciones de la pequeña y mediana minería han aportado experiencias y reflexiones hacia la formalización eficiente y sostenible. Por eso, desde PERUMIN 37, hemos propuesto cambiar el enfoque. Debemos reconocer a la minería no solo como una actividad económica, sino como una plataforma de encuentro. Una plataforma donde Estado, empresa, academia y sociedad se escuchan con respeto y trabajan con compromiso y determinación.Prioricemos la desregulación para ser más competitivos y formalizar a la pequeña minería. Reafirmémonos en cerrar filas contra la ilegalidad y el crimen organizado. Apostemos por la colaboración para lograr un shock de inversión pública y privada, generando empleo formal y competitividad.Pensemos en grande, forjemos una visión de país y avancemos a la acción con sentido de urgencia y compromiso. La minería es el principal motor de nuestra economía y es una plataforma para la unidad, el consenso y el desarrollo del Perú.Darío Zegarra, presidente IIMP.
El Iceberg de los minerales críticos y estratégicos: navegando en las transiciones geopolíticas de América Latina e el PerúSeguir leyendo