Pese a que en 2021 la minería representó cerca del 18% del producto bruto interno (PBI) nacional y 65% de las exportaciones totales, en la actualidad se encuentra en cuidados intensivos, así lo afirmó el exviceministro de Minas del Ministerio de Energía y Minas y director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Rómulo Mucho, durante su presentación en la Noche de negocios del 19 de mayo.

Sostuvo que a pesar de lo avanzado en los últimos años en estabilidad e inversiones, hoy la minería peruana tambalea por decisiones políticas o ausencia de estas que impiden su pleno desarrollo en forma descentralizada.

“El Ejecutivo está para administrar el Estado, no para quebrar la Constitución, ni causar el desorden, ni ser mediocre. El gobierno debe dedicarse a hacer su tarea, si la hace bien, el Perú progresa, si no, seguiremos de mal en peor. Debe gestionar, poner orden, no agitar, ni victimizarse y menos polarizar a los ciudadanos. Su función es cumplir y hacer cumplir la ley”, precisó.

Además, señaló que los metales ahora son denominados elementos esenciales para la vida moderna. En ese sentido, su demanda se incrementará en los próximos años para la transición hacia las energías renovables y para la lucha contra el cambio climático, por lo que la minería cobrará aún más importancia en el mundo. 

En ese contexto, indicó que en la presente década hasta el 2030, si se mantiene la tendencia alcista del precio del cobre y otros metales que producimos, la industria minera en el Perú puede generar hasta US$ 50 mil millones en ingresos para el fisco.

“El reto es aprovechar esta oportunidad e invertir los recursos recaudados en forma adecuada para atender las legítimas demandas de quienes viven en pobreza, especialmente en las zonas aledañas a las operaciones”, detalló.

Por su parte, el superintendente de Relaciones Públicas de Southern Perú, Guillermo Vidalón sostuvo que para el cierre de brechas sociales la minería ha aportado cerca de S/ 14,000 millones, y lo que hace falta en las zonas rurales es tener políticas de mediano y largo plazo que alienten su desarrollo.

“El mundo seguirá incrementando su demanda de metales en los próximos años, si no aprovechamos esta oportunidad con condiciones adecuadas para la inversión, los empresarios llevarán sus capitales a otros lugares”, comentó.