Por: Guillermo Vidalón del Pino, comunicador social.Más allá de las reacciones que la minería origina en un sector de la sociedad, lo cierto es que representa una riqueza potencial que debe ser empleada, mantenerla en el subsuelo no es una opción. Ningún país que tiene este potencial geológico dejaría de aprovecharlo, sobre todo, cuando subsisten brechas sociales que privan de oportunidades a un sector de la población. Mientras existan niños que padezcan de anemia es muy probable que la pobreza intergeneracional persista, porque estos no aprovecharán los conocimientos que les brinde el mejor sistema educativo; por consiguiente, serán menos productivos, reproduciendo nuevamente las condiciones de pobreza que debemos evitar.Si la superación de la pobreza es un punto de coincidencia en la clase política, lo adecuado es diseñar las estrategias que nos conduzcan al objetivo. La agricultura, la minería y la ubicación geográfica del Perú son los pilares sobre los que podemos empezar a visualizar el futuro deseado. Es decir, es en función al futuro que empezamos a construir el presente.La ciudadanía, la agricultura y la minería requieren de agua. La primera para su consumo; la segunda para irrigar los actuales campos y ampliar la frontera agrícola donde sea posible y resulte económicamente más rentable que otras actividades y, la tercera, para financiar la infraestructura que permita fortalecer las sinergias entre las anteriores. En adición se encuentran los sectores manufactureros y de servicios. Hasta antes de la construcción del puerto de Chancay, la ubicación geográfica del país representaba una ventaja potencial. Una vez culminado el puerto, Chancay se convierte en un hub portuario porque atraerá la carga de países vecinos y acelerará el intercambio comercial con el Asia - Pacífico. En esta zona del país confluyó la visión del Almirante Juan Ribaudo, su férreo liderazgo en busca del objetivo y su capacidad para generar consensos entorno a un objetivo trascendente para el país.El caso de la minería es similar, se requiere liderazgo para perseverar en el gran objetivo del desarrollo nacional, existen las condiciones en el territorio para atraer inversiones por más de 53 mil millones de dólares, lo que representa la generación de empleo productivo para más de 2 millones de personas de manera directa e indirecta. Inversión que, siendo formal, aportará significativamente mayores ingresos al Estado para que disponga de recursos suficientes para cerrar las brechas sociales. Tengamos presente que el objetivo debe ser la igualdad de inicio, es decir, condiciones adecuadas de gestación y alumbramiento, alimentación oportuna –cero anemia infantil–, calidad docente en las escuelas, institutos superiores y universidades del país. Posteriormente, que cada ciudadano vuele tan alto como le sea posible, porque mientras más lejos llegue, mayor será la dinámica económica que impulse su estela. Optar por una pretendida igualdad hacia abajo, carece de sentido común porque acaba con el liderazgo y recorta las expectativas que cada uno legítimamente puede proponerse.En el último Boletín Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas se señala que las transferencias económicas generadas por el sector han alcanzando los S/ 7,375 millones, con ese monto se podrían haber construido 164 represas, permitiendo almacenar casi 410 millones de metros cúbicos de agua, si tomamos como ejemplo la represa de Cularjahuira, ubicada en la provincia de Candarave en Tacna, gracias al liderazgo de la empresa minera Southern Perú que logró un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, autoridades locales y los agricultores del distrito de Camilaca. Si los recursos generados por la minería son empleados pensando en el futuro, será posible financiar más obras y poner a disposición de la ciudadanía servicios públicos de calidad.Recordemos que, para consolidar la actividad minera, se debe llevar a cabo programas de exploración, al tercer trimestre del 2024, esta alcanzó 392 millones de dólares. Pero, se requiere mayor apoyo y seguridad para realizarla. La exploración incrementa las reservas de mineral, además, permite construir un mejor futuro sobre bases ciertas.El 2024, las proyecciones del sector minero estiman alcanzar los 40 mil millones de dólares en generación de divisas por concepto de las exportaciones formales, las cuales podrían ser mucho más si se evita la comercialización ilegal de minerales. Si el país dispone de más divisas, el acceso al crédito con capitales nacionales o extranjeros también se incrementa, lo que hará posible el financiamiento de obras de infraestructura socio-productivas.Empecemos a ver a la minería formal como una oportunidad tanto en lo ambiental como en lo social, sea porque emplea tecnología de punta amigable con el ambiente, también porque demanda productos y servicios provenientes de proveedores nacionales, generando empleo indirecto. A septiembre de 2024, 244 mil trabajadores directos eran empleados por la minería, lo que fortalece la demanda interna en beneficio de todos.