Por: Raúl Rojas, consultor en minería en APOGORE – MINEM.Desde sus orígenes la minería ha sido muy importante para el desarrollo de la humanidad, y en la actualidad prácticamente todo lo que utilizamos a diario, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, procede de alguna manera de la minería, bien directamente o después de haber sufrido algún tipo de transformación metalúrgica.En el presente y en el futuro, la minería continuará siendo un sector económico imprescindible para el progreso de la humanidad, ya que prácticamente las diferentes industrias, como la de las comunicaciones, transporte, construcción, alimentos, la tecnología, etc., inclusive la medicina, utilizan como materia prima directa o indirecta algún producto de origen mineral. La industria minera en general, produce una serie de productos necesarios para satisfacer necesidades básicas del ser humano, como el bienestar social, el empleo, la seguridad, inclusive la alimentación, que se encuentran específicamente en los niveles 1 y 2 de la pirámide de Maslow.Al respecto, no podemos dejar de mencionar el gran aporte que, en los últimos años, viene generando la Minería Artesanal y en Pequeña Escala (MAPE), especialmente en la generación de trabajo productivo (muy intensiva en mano de obra) y en el desarrollo de las comunidades, específicamente en las zonas altoandinas; actividad económica desconcentrada que se practica en muchos lugares del mundo, particularmente en nuestro país. En el Perú, la MAPE, que usualmente se le denomina minería artesanal, es una realidad que no podemos negar, ya que se desarrolla en casi todas las regiones del país, precisamente en la sierra sur, sierra norte y en el centro, explotando diversos minerales metálicos, como el cobre, estaño, plomo, zinc, plata, etc., además de minerales no metálicos, como los materiales de construcción; pero sobre todo el oro, que debido a su alta cotización en los mercados internaciones, se ha convertido en el mineral más preciado de los mineros artesanales.En el actual contexto internacional, atravesando una crisis socio-económica, la minería artesanal juega un papel muy importante para aliviar la pobreza, especialmente en las zonas rurales, porque genera trabajo productivo tanto directo como indirecto, dinamizando las zonas adyacentes a las operaciones mineras, promoviendo el desarrollo de las comunidades, lamentablemente en gran medida de manera informal, inclusive en algunos casos en forma ilegal.Pero, ¿porque la minería artesanal se desarrolla de manera informal?Fundamentalmente por la desidia de los diferentes gobiernos de turno, específicamente a partir de 2002, ya que a comienzos de dicho año, se estableció el marco legal y regulador, a través de la promulgación de la ley N° 27651: “Ley de formalización y promoción de la pequeña minería y minería artesanal”, reconociendo formalmente a la minería artesanal, pero con muy poco apoyo; continuando con este desaliño los siguientes gobiernos. En realidad como argumentan los especialistas, no ha habido una verdadera voluntad política para solucionar el grave problema de la informalidad en la minería artesanal. No puede ser posible que, transcurridas prácticamente dos décadas, la MAPE en general, continue desarrollándose de manera informal, siendo está una actividad económica muy importante, que produce una serie de beneficios, especialmente para el trabajador minero, su familia y la comunidad, y que obviamente formalizada generaría una serie de tributos al Estado.Al respecto, la formalización de la MAPE entendida como un proceso, podría desarrollarse desde diferentes enfoques, como el social, económico, político, etc., pero creemos que el más transcendente sería, reorientarla desde un enfoque basado en los derechos humanos, donde sean reconocidos y respetados todos los derechos de los trabajadores, como el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, al bienestar, a la seguridad, entre otros, con el fin de lograr el verdadero reconocimiento de la minería artesanal. Lo que se pretende con el enfoque basado en los derechos humanos, es que los trabajadores mineros sean tratados como personas con derechos, sin que estos sean vulnerados, ni mucho menos maltratados (como ocurre en algunos casos), a los cuales se les debe brindar todo el apoyo para un proceso equitativo, incluyente y holístico.La formalización reorientada con un enfoque basado en los derechos humanos, permitiría que las autoridades valoren el trabajo de los mineros artesanales, de manera que sea distinguido, y el Estado y/o gobiernos de turno le presten todo el apoyo y otorguen todas las facilidades del caso, para que promuevan su desarrollo como una actividad minera formal.Definitivamente este enfoque debería de continuar aun cuando el trabajador este formalizado, para garantizar el respeto a todos sus derechos como persona humana.No podemos dejar de mencionar, que la educación juega un papel muy importante, para lograr cualquier proceso de transformación, como lo es la formalización.