Luego de un extenso trabajo de exploración y relacionamiento con las comunidades, la empresa australiana BHP inició recientemente las actividades de perforación de su proyecto Jatum Orcco, ubicado en Huancavelica, en el sector altoandino del Perú.

Una noticia que nos llena de optimismo, pues ratifica el interés de esta compañía de clase mundial de crecer y seguir invirtiendo en el país, considerado un actor clave y gran proveedor de cobre, esencial para afrontar el cambio climático y la descarbonización global.

Entrar a fase de perforación es un paso muy importante, dado que solo uno de cada 1,000 proyectos de exploración tiene éxito. Se trata de inversiones de alto riesgo, por lo que atraer este tipo de capitales a una jurisdicción, implica mejorar las condiciones y tener reglas claras. Y Perú debe apuntar a ello.

Uno de los problemas en el otorgamiento de permisos en el país es su arquitectura, ya que estos están estructurados de forma secuencial y eso alarga el tiempo de manera importante. Se debería trabajar en un modelo más ágil en el que puedan avanzar varios permisos en paralelo.

Otro punto a tomar en cuenta es la implementación del concepto de Ventanilla Única, ya que existe cierta cantidad de entidades estatales involucradas en este otorgamiento, las cuales tienen sus propios procedimientos, que muchas veces generan tiempos adicionales.

Lo que se plantea, en sí no es reducir requisitos, pues nuestra industria minera cumple con altos estándares ambientales internacionales sino agilizar los procedimientos para poder dinamizar tanto nuestros proyectos de exploración, como los que están próximos a iniciar construcción. Esperemos tener otras noticias alentadoras como la de Jatum Orcco.

De otro lado, el BCRP, proyectó que la inversión minera caería 18.9% este 2023 (US$ 4,670 millones) y también estaría a la baja con 8.7% en 2024. Un escenario gris que definitivamente impactará en el crecimiento económico del país y del cual debemos ver la manera de salir.

Se dice que la inversión minera recién se recuperaría hacia el 2025, pero si no existe un alineamiento y una visión en común respecto al desarrollo de nuestra industria, corremos el riesgo de seguir en lo mismo. Por lo que hoy se requiere que todos los actores involucrados trabajen en el mismo sentido.

Como venimos planteando hace algún tiempo, también es necesario poner el foco en las inversiones de expansiones o extensión de vida, pues se trata de iniciativas que tienen la virtud de tomar menores riesgos técnicos y se desarrollan en la misma huella operativa, pero sobre todo, tienen un retorno más rápido.

Finalmente, nos preocupa sobremanera que más de 40 mil proyectos de inversión aprobados por S/ 230 mil millones, a la fecha, no inicien su ejecución. Tenemos un grave problema de gestión pública, que se grafica no solo en la ejecución sino también en la calidad del gasto, que debemos abordar, ya que muchos de estos ingresos provienen justamente de la industria minera.

Darío Zegarra, primer vicepresidente, IIMP