En plena celebración de los 203 años de la Independencia del Perú, es propicio analizar parte de la historia y las oportunidades actuales que genera el desarrollo integral de la actividad minera para el futuro del país y el bienestar de los peruanos. Pese a las diferentes etapas por las que hemos atravesado desde el 28 de julio de 1821, cuando se declaró la Independencia Nacional, la minería ha mostrado la resiliencia necesaria para erigirse como la principal actividad económica y aportar las divisas y los recursos indispensables para la inversión del Estado.Prueba de ello, es que las primeras medidas dadas por el Libertador José de San Martín para potenciar la economía, estuvieron relacionadas con la actividad minera y, tras la cruenta guerra de 1879, la minería fue fundamental para cimentar la reconstrucción nacional.A mediados del siglo pasado, la dación del Código de Minería de 1950, que impulsó el expresidente del IIMP, Mario Samamé Boggio, fue otro momento clave en el devenir del sector, dado que atrajo nueva inversión para la explotación de nuestros recursos minerales y la consecuente contribución al fisco.Luego de la declaratoria del Perú como país inelegible para el crédito internacional, la grave crisis y el terrorismo que asoló el territorio hasta inicios de los noventa, la aplicación de las medidas de apertura y libre mercado, así como la privatización, iniciaron una nueva etapa de desarrollo de la economía nacional, teniendo como pilar a la minería.Desde esos años, a pesar de diferentes situaciones de suspensión de algunas importantes operaciones por temas sociales, a lo que se suma el exceso de trámites, el sector se ha consolidado como el primer generador de divisas de las últimas tres décadas, teniendo en la actualidad al cobre como el principal producto de exportación.El futuro, por el contexto de transición energética global que demandará los denominados minerales críticos, se presenta expectante para un país minero como el nuestro, que posee ingentes recursos y cuenta con proyectos y operaciones de clase mundial, que cumplen altos estándares ambientales, sociales y de gobernanza.Sin duda, existe una serie de retos por superar para lograr el pleno desarrollo de la minería en el Perú, sin embargo, contamos con un ecosistema robusto que sustenta al sector. Es indispensable perfeccionar temas relacionados con la tramitología, ejecución de los recursos en beneficio de las poblaciones y la minería ilegal, para posibilitar que nuestra principal actividad económica genere los recursos suficientes para apalancar el cierre de brechas, impulse la diversificación productiva y nos encaminemos a ser un país desarrollado.El Director