Los recientes atentados contra dos torres de alta tensión de Compañía Minera Poderosa, que son parte de la secuela de terror que viene infundiendo la criminalidad en el país contra instalaciones de empresas mineras formales desde hace algunos años, han generado el repudio de diferentes organizaciones, pero, sobre todo, un llamando a la acción concreta del Estado contra este flagelo.

Es inadmisible que, en diferentes partes del país, se reporten continuos ataques a compañías del sector, lo que incluye desde la muerte de trabajadores hasta la invasión de terrenos y voladura de torres de alta tensión, sin que esto haya llamado la atención para que los poderes del Estado tomen medidas correctivas y sancionadoras concretas.

El avance de la criminalidad asociada a la minería ilegal es un hecho innegable y pretende socavar y ahuyentar a la inversión privada formal para crear zonas liberadas, como ha ocurrido en otros países, donde el Estado de Derecho es reemplazado por la voluntad de los ampones sin que el rigor de la ley pueda afectarles.

Como peruanos no debemos permitir que esto se concrete en el tiempo y, por el contrario, es preciso no solo proteger la inversión privada, sino ante todo preservar la vida humana y la convivencia pacífica tanto de los trabajadores como la de los pobladores, que se ve duramente perturbada por la presencia de la criminalidad en cada zona.

Si bien se han realizado algunos anuncios como la construcción de un Frente Policial en Pataz (La Libertad), debemos advertir que la situación actual debe atenderse de manera integral, para no solo detener y encarcelar a los responsables sino en paralelo llevar progreso a las personas, oportunidades reales de desarrollo y demostrar que la formalidad y el respeto por la ley, es el mejor camino para alcanzar una vida digna.

En ese sentido, esperamos que en el más breve plazo se tomen medidas concretas y concertadas para hacer frente a la criminalidad en todo el país y evitar que su avance se convierta en un cáncer para la sociedad dado que, cuando este haga metástasis, ya puede ser demasiado tarde.

El Director