Uno de los aspectos primordiales en la actividad minera es el de seguridad y salud en el trabajo, el que bajo un enfoque preventivo ha evolucionado en el tiempo hasta lograr reducir la cantidad de accidentes fatales en el sector desde 2007 en forma ostensible.Prueba de la preocupación permanente de las empresas y organizaciones afines sobre este tema, es que en febrero de 1998 con el patrocinio de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, el Ministerio de Energía y Minas y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, se creó el Instituto de Seguridad Minera (ISEM), para tener un abordaje especializado y continuo.De esta manera, se fortaleció la institucionalidad en torno a la seguridad minera y esta organización ha ido creciendo y brindando un aporte técnico fundamental para actualizar en forma permanente los principales aspectos para alcanzar el objetivo de cero accidentes. En ese contexto, ha sido saludable que cuando se han realizado cambios a la normativa en esta materia, las autoridades gubernamentales han convocado no solo al ISEM sino también a otras organizaciones y actores igualmente relevantes, con el objetivo que las normas que se pongan en vigencia respondan de manera efectiva a la realidad de las operaciones e impulsen mejoras en la seguridad laboral.Esa práctica de consenso y pluralidad, con participación de técnicos, académicos, trabajadores y representantes de las empresas ha demostrado gran eficiencia en la formulación de las reglas que preservan un adecuado sistema de seguridad en las unidades mineras a estándares internacionales. En ese sentido, es oportuno y necesario mantener este nivel de institucionalidad, como bien lo advirtieron los expertos reunidos en el último Jueves Minero en el que se analizó las modificaciones propuestas por el gobierno al Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería.En el análisis de los cambios que se pretende incorporar, fueron claros en señalar que existen serias inconsistencias entre lo propuesto y la realidad de las operaciones, por lo que es primordial que estas modificaciones sean revisadas técnicamente por todos los actores, con el fin de arribar a mejoras que agreguen valor y no se conviertan en instrumentos normativos inaplicables.La seguridad es un aspecto clave en toda unidad minera y su reglamentación requiere del aporte de quienes trabajan el día a día en las operaciones y conocen la experiencia internacional sobre la materia, con el fin de contar con instrumentos jurídicos que respondan efectivamente a las nuevas necesidades para preservar el valor más importante que tienen las empresas, como lo son los trabajadores.El director