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FORMALIZACIÓN DE LA PEQUEÑA MINERÍA: UNA NUEVA PROPUESTA

Por: Walter Casquino, máster en Minería.                                              


Resumen

Se somete a consideración de las autoridades públicas y privadas, la adopción de un periodo piloto anual en que se impulse el dominio de las operaciones unitarias y las auxiliares, que caracterizan a toda mina formal, para luego pasar a la regularización legal de aquellos proyectos que resulten técnicamente factibles. 

En doce meses, se seleccionarán los proyectos que resulten favorables desde el punto de vista geológico, minero y metalúrgico por su competitividad, seguridad, equidad e inclusión. Se tendrá en cuenta a los aspirantes a ser formales, los titulares de concesión, los habitantes del entorno y se dimensionará las medidas de promoción requeridas por el sector público y privado. 

Se estima que cada asiento minero a ser formalizado requiera una inversión mensual de dos millones de dólares americanos durante los doce meses del programa, totalizando veinticuatro millones de dólares de inversión pública por cada uno de los diez proyectos que se estima deberían desarrollarse para mostrar avances compatibles con la magnitud del problema actual. 

Al finalizar los doce meses, se evaluarán los resultados para definir la vigencia del proyecto. Los mineros que sean capaces de sustentar operaciones seguras, productivas y rentables, estarán listos para cumplir los requerimientos corporativos y legales complementarios. 

Para lograr un grupo de trabajo que asegure el éxito, es fundamental considerar a la meritocracia como un pilar organizacional. Los nuevos ingenieros deberán realizar los ajustes de trabajo necesarios para integrarse con los funcionarios vigentes que puedan rescatarse. Los directivos del programa deberán tener la libertad de calificar tanto el buen desempeño como el insuficiente, para tomar las medidas laborales que correspondan.

En el modelo de economía social de mercado, escogido para alcanzar el bienestar de los treinta millones de peruanos, el sector privado tiene el rol de generar riqueza, que es una tarea compleja si no se cuenta con los recursos requeridos. La actividad informal que caracteriza a la economía peruana (cercana al 60%) demuestra que existen muchos trabajadores deseosos de ganarse la vida honestamente, pero no tienen la educación necesaria para hacer las cosas bien. La educación —para la vida y para el trabajo— es una de las grandes tareas asignadas, dentro del mismo modelo, al sector público.

La educación inicial, primaria y secundaria gratuita y obligatoria cumple parcialmente este objetivo. También la educación terciaria, voluntaria y gratuita cumple aceptablemente con este requerimiento del modelo. Sin embargo, la educación para el trabajo, que es parte de los compromisos asumidos por el sector público, con plena autorización y beneplácito de los contribuyentes que son sus financistas, está dejando mucho que desear. 

La informalidad, ocurre porque las personas que quieren trabajar honestamente, no saben hacerlo. Y no saben porque los directivos de la educación pública no están cumpliendo con su obligación de organizar a nivel nacional la educación obligatoria y gratuita de los que han escogido una determinada actividad para ganarse el pan honradamente, sin tener que ir a la universidad. 

Formalizar la pequeña minería es una noble aspiración que se ha llevado con escaso éxito durante el siglo XXI. Se estima que los resultados pueden mejorarse si se prefiere aumentar la productividad de cada unidad minera, priorizando el desarrollo tecnológico. 

Es indudable que el ser humano de hoy disfruta de mayor bienestar que en toda su historia anterior, y eso se debe al creciente desarrollo tecnológico que tuvo su auge con el perfeccionamiento del motor de combustión que le permitió al hombre realizar sus sueños. Y felizmente este camino continúa con las tecnologías de información y comunicación (TIC) y la inteligencia artificial (IA).  

Hasta ahora, gran parte de la pequeña minería es el fruto de emprendedores que utilizan generalmente energía humana (pallaqueros, quimbaleteros, etc.), con gran similitud con los juegos de azar que están regidos por supersticiones (sacrificio de animales para que la mineralización continúe) o la buena suerte (jugando a los dados o a las cartas). 

En estas condiciones, no es de extrañar que sea casi imposible salir de su situación indigente. Las minas tienen que apartarse de este nivel misérrimo que denigra su esencia. Se propone iniciar una masiva campaña de aplicación práctica técnica en diez centros mineros seleccionados por su potencial geológico favorable. 

Consideraciones generales y específicas

Para resolver cualquier problema, este debe desagregarse en sus componentes. Una vez desagregado apropiadamente, es imprescindible que los llamados a resolver el enigma, demuestren sus conocimientos y su compromiso con la tarea. 

Se propone formar cuatro grupos de trabajo: 1. Minería subterránea, 2. Minería aluvial, 3. Comercialización del oro y 4. Comercialización del cobre. Se considera que la minería superficial no aplica para la pequeña minería, salvo para los no metálicos que serán objeto de informe técnico especial.

A su vez, dentro de cada grupo de trabajo se tendrá las siguientes siete etapas: a) Ingeniería, b) Financiamiento, c) Logística, d) Construcción, e) Operación, f) Control, g) Medidas de cierre.

Cada etapa deberá ser consistentemente aprobada para poder pasar a la siguiente.

Minería subterránea (Rinconada, Poderosa, etc.)

Ingeniería

Se estima que la actividad minera sin conocimientos geológicos es un juego de azar, por lo que se escogerán diez zonas de trabajo de formalización en función de la literatura geológica existente, de tal manera de priorizar las de mayor conocimiento. Ingemmet y la Sociedad Geológica del Perú en colaboración con el IGN, el SAN, el IGP y Conida deberán producir esta lista prioritaria de formalización técnica territorial. Se considera tres meses de trabajo de esta comisión.

Con el informe geológico aprobado, entrarán diez grupos de ingenieros de minas (tres por mina, uno de más de veinte años de graduado y dos recientemente graduados.) a definir el método de explotación a seguirse en el futuro. 

En unos casos, se mantendrá el mismo procedimiento, haciendo las mejoras de seguridad que sean necesarias. En otros, se requerirá hacer cambios en las operaciones unitarias y las auxiliares y, en algunos casos, se podrá descartar el proyecto, si las condiciones heredadas de seguridad no son apropiadas. 

Se hará un informe detallado de cada una de las operaciones unitarias de minado: fragmentación, carguío y acarreo hasta la planta de beneficio. También se detallará cada una de las operaciones auxiliares requeridas como seguridad, sostenimiento, energía, ventilación, abastecimiento de agua, drenaje, iluminación, etc. Se tendrá un cronograma de trabajo de tres meses.

Paralelamente, al grupo de trabajo minero, se formará un equipo de metalurgistas (tres profesionales, uno mayor de veinte años de experiencia y dos recientemente graduados) que será responsable de identificar, calcular  y diseñar los diagramas de flujo balanceados correspondientes a la cadena de valor (producto comercializable), y a la cadena circular de residuos, que aproveche al máximo, tanto el potencial de la mina en estudio como la integración con el sistema circular de residuos industriales y domésticos de la comunidad, el distrito, la provincia y la región. Esta labor se hará en tres meses calendario.

Los tres grupos de trabajo—geológico, minero y metalúrgico—culminarán su misión con un informe que deberá tener el siguiente contenido mínimo:

-     Revisión de la literatura existente.

-     Descripción del problema.

-     Aspectos técnicos y de cuidado ambiental.

-     Operaciones unitarias.

-     Operaciones auxiliares.

-     Aspectos económicos: todos los cálculos deberán establecer claramente el valor del dinero en el tiempo, inversión, costos, ingresos proyectados, depreciaciones, tributación, flujo de caja, productividad, sensibilidad, presupuesto, cronograma valorizado (soles y dólares), ruta crítica.

-     Aspectos de organización: actuales y futuros.

-     Aspectos sociales: principios de equidad y principios de inclusión por ajustarse. 

-     Conclusiones.

-     Recomendaciones para grupos de trabajo futuros.

-     Referencias.

-     Anexos.

Se formará también un grupo de trabajo administrativo superior de la gestión del programa, cuya misión es la de monitorear que los objetivos de formalización se vayan cumpliendo dentro de los límites racionales de productividad, seguridad y bienestar de los trabajadores involucrados.  

Este equipo será responsable de que los grupos de trabajo tengan todas las facilidades de gabinete y de labor en campo, transporte, estadías, alimentación, instrumentación comunicaciones y equipos de protección laboral. 

Igualmente, será responsable de dar cuenta mensualmente de los estados presupuestales y de la ruta crítica de cada programa y subprograma. Estará conformado preferencialmente por profesionales con experiencia superior a treinta años y por dos ingenieros de sistemas recientemente graduados que harán uso de aplicativos homogéneos que permitan dar unidad de archivamiento y exposición de toda la data del proyecto de formalización.

De otro lado, este grupo de trabajo deberá aprobar todas las contrataciones —y su correspondiente ampliación, reducción y cancelación de servicios— de personas naturales y jurídicas (a tiempo completo y a tiempo parcial), que sean requeridas para cumplir con los objetivos de control y cambios presupuestales, ruta crítica, productividad, equidad, inclusión y seguridad del proyecto de formalización. 

Las siguientes etapas de 2. Financiamiento, 3. Logística, 4. Construcción, 5. Operación (producción), 6. Control económico—contable, de tesorería y finanzas —y de desempeño— técnico, seguridad, equidad e inclusión y 7. Cierre, seguirán similar desarrollo al expuesto para la etapa de Ingeniería.

Se permitirá superposición de las fases correspondientes en los casos que los responsables puedan demostrar su viabilidad. Se espera los siguientes periodos de duración para cada uno de los diez módulos piloto de formalización:

a)    Ingeniería: 3 meses.

b)    Financiamiento: 1 mes. Acumulado: 4 meses.

c)    Logística: 2 meses. Acumulado: 6 meses.

d)    Construcción: 3 meses. Acumulado: 9 meses.

e)    Operación: puesta en marcha: 1 mes. Acumulado: 10 meses.

f)      Control: superpuesto a todas las actividades. Acumulado: 10 meses.

g)    Cierre: se espera cinco años como mínimo de producción formalizada antes de iniciar las primeras actividades de cierre. 

Minería aluvial (Huaypetue y Madre de Dios). 

Se requiere entre diez a doce meses de actividad técnica de formalización. Los objetivos son:

i. Ordenamiento de la explotación minera semejando tableros de ajedrez de 800 metros de lado con cuadrados alternativos de una hectárea de extracción aurífera activa y una hectárea de reforestación. 

ii. Eliminación del mercurio.

iii. Regularización de sistemas de energía, abastecimiento de agua, desagüe (pozos sépticos) y drenaje pluvial. 

iv. Introducción de las TIC.

Comercialización del oro 

Se planifica un periodo de 10 a 12 meses antes de tener regularizadas las nuevas actividades públicas y privadas que permitan acabar con el comercio irregular prevaleciente en la actualidad. 

Comercialización de cobre

Para cada uno de los subproyectos geológicos en los que el cobre sea el producto comercializable, se establecerá el diagrama de flujo balanceado que mejores resultados integrales den al área seleccionada. Se promoverá prioritariamente la construcción privada de plantas de concentración que resulten más favorables según análisis marginal y de Pareto. No se descartará el financiamiento público requerido debidamente sustentado.     

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